Jaguar acorralado
La marcha en Campeche, donde se exigió la renuncia de Layda Sansores y Marcela Muñoz, podría ser el principio de un conflicto en vías de crecer, atizado por la propia gobernadora
Quienes conocen Campeche aseguran que nunca habían visto una marcha tan concurrida, motivada por acciones de gobierno, como la que se realizó el miércoles de la semana pasada para pedir la renuncia de la gobernadora, Layda Sansores, y de la secretaria de Seguridad, Marcela Muñoz. La ciudadanía se unió a la causa de los policías, quienes el viernes anterior fueron expuestos a sufrir agresiones, al ser enviados al penal de San Francisco Kobén, a custodiar un traslado de reos, sin armas ni equipo. La multitudinaria marcha podría ser sólo el principio de un conflicto en vías de crecer, atizado por la propia mandataria, quien, como felino acorralado, respondió con amenazas, aunque luego rectificó. Pendientes de lo que sigue.