La carta preparada en conjunto entre Juan Ramón de la Fuente y Marcelo Ebrard para responder al editorial publicado por The Washington Post no sólo representa un primer movimiento de Claudia Sheinbaum en el complejo tablero de la relación bilateral, también tiene implicaciones al interior de la 4T y del próximo gobierno de la República.
El secretario de Economía y el canciller operarán en tándem en lo que al trato con el vecino del norte se refiere. Eso se debe celebrar porque la coordinación para negociar con la potencia mundial y también el principal socio comercial de México parece obvia, pero pocas veces ha existido en los gobiernos mexicanos.
Ahora, todo indica que sí la habrá. Al interior, dentro de Morena, hay más de cuatro personajes del sector de los duros y puros a quienes no les gusta lo que revela esta primera colaboración De la Fuente-Ebrard: una alianza temprana entre dos de las inteligencias más reconocidas del equipo de la presidenta, que siguen siendo vistos como outsiders por su pasado, pero que desde ahora se muestran como piezas clave en la operación de la inminente jefa del Poder Ejecutivo Federal.