Hay muchos que piensan que la declinación, a media semana, de la candidata del PVEM al Senado por Sonora, Lizbeth Gutiérrez, a favor del priista Manlio Fabio Beltrones, es una señal más de que el exgobernador está de regreso y que viene empujando con mucha fuerza.
Lizbeth declinó por dignidad, pues la dirigencia del Verde la quería utilizar como Juanita, y llamó a votar por Manlio Fabio. Esto fortalece el proyecto político del expresidente del Senado, quien demostró su habilidad para hacer amarres.
Dicen los que saben que don Manlio no se conformará con sólo obtener de nuevo un escaño, sino que jugará un papel de mucha relevancia en los reacomodos que habrá en el PRI después de los comicios. Pendientes.