Una nueva preocupación agobia a los argentinos: el traslado de una cantidad considerable de reservas de oro del Banco Central de la República Argentina (BCRA) al exterior, específicamente a Londres. De acuerdo con la Asociación Bancaria (AB) –el sindicato de los trabajadores de entidades bancarias del país– y otros entes financieros, entre junio y agosto el gobierno de Javier Milei envió cuatro cargamentos a territorio londinense, la capital de Reino Unido. Cada uno de los lotes contenía lingotes de oro cotizados aproximadamente en entre 250 y 300 millones de dólares, con un valor total de más de mil millones de dólares.
Las preocupaciones aumentaron por el secretismo y la opacidad que rodean a la operación, denunciada por Sergio Omar Palazzo, secretario general de la Asociación Bancaria, quien pidió información al gobierno argentino, algo que, hasta el cierre de esta edición, no había sido respondido.
De acuerdo con las leyes de transparencia de este país, los organismos a los que se les solicita algún dato tienen hasta 15 días para proporcionar la información.
Pero, lejos de resolver las dudas sobre el destino de las reservas de oro, Santiago Bausili, presidente del Banco Central de la República Argentina, declaró que además de tomar los 15 días correspondientes, utilizará otras dos semanas de prórroga –también estipuladas en la ley– para explicar los motivos de tal decisión. Con esto, se espera que sea hasta el 26 de agosto cuando se den a conocer las circunstancias del traslado y el uso que se dará a los lingotes de oro argentino.
Únicamente Luis Caputo, ministro de Economía de Argentina, ha salido a dar declaraciones, pues recientemente afirmó que las operaciones se realizaron “para generar un retorno económico”, pero no ha dado más detalles al respecto.
“Estamos viendo una situación similar con nuestras reservas de oro. Es el oro el que están mandando afuera como si fuera el último bien que les queda, como si fuera la joya de la casa de la abuela”, señaló en días pasados Sergio Omar Palazzo, quien amagó con acudir a la Corte Suprema de Justicia de la Nación Argentina en caso de no recibir explicaciones por parte del gobierno.
A Palazzo se le han unido Carlos Bianco, ministro de Gobierno de Buenos Aires, y Romina Barrios, directora ejecutiva del Organismo Provincial de Integración Social y Urbana (OPISU), quienes en una rueda de prensa llevada a cabo la semana pasada informaron lo que hasta ahora se sabe: que dos de los envíos se hicieron el 7 y el 20 de junio, que ha habido al menos dos partidas más, y que en el traslado no participó Aerolíneas Argentinas –empresa regularmente utilizada para este tipo de movimientos–, sino Lumin, una compañía de transporte privada, y British Airways, aerolínea del Reino Unido.
Los temores
Hay que destacar que esta no es la primera vez que un gobierno argentino hace transacciones con sus reservas de oro. En 2016, el entonces presidente Mauricio Macri vendió cinco toneladas del metal precioso para sobrellevar el endeudamiento de su país, mismas que fueron recompradas en 2021, durante el gobierno de Alberto Fernández.
El expresidente Macri también intentó trasladar todo el oro del Banco Central, en un movimiento impulsado por Federico Sturzenegger, entonces presidente de la entidad financiera, que no llegó a concretarse.
La diferencia, en la actualidad, es la opacidad y el secretismo con que se realizó esta operación. Al respecto, Alejandro Vanoli, extitular del Banco Central, dijo a medios argentinos que hay dos posibilidades.
La primera de ellas es que el oro sea utilizado para una operación con compromiso de recompra.
La opción permite realizar operaciones seguras en un lapso determinado, en el que se puede recomprar el oro. Sin embargo, este tipo de operaciones suele generar intereses bajos, y compromete al metal precioso en caso de no lograr ninguna transacción exitosa.
La segunda posibilidad es la más peligrosa, ya que se teme que el oro sea utilizado como garantía para un nuevo préstamo, lo que significaría un nuevo endeudamiento de Argentina que, con corte a mayo de este 2024, debe un total de 435 mil 674 millones de dólares, según el Ministerio de Economía de ese país.
Pero otras versiones apuntan un tercer escenario: el embargo del oro por parte de terceros. Esta posibilidad ya se ha visto en casos como el de Islandia, al que le fue incautado su oro tras la crisis del banco Lehman Brothers en 2008. Con el argumento de una ley antiterrorista de 2001 –sin fundamento real–, Reino Unido se quedó con el metal, que había sido depositado en Londres.
Asimismo, hay versiones de que reservas y fondos de Venezuela y Rusia se encuentran bloqueados, en el primer caso, por las acusaciones de dictadura y violaciones a los derechos humanos, y en el segundo, por la guerra contra Ucrania.
Especialistas han señalado que la posibilidad o el temor de un embargo podría explicar el hecho de que se haya mandado el oro en diversos lotes, aunque en la práctica, hacer los envíos de esta manera no protege a los lingotes de ser confiscados.
A la fecha, el Banco Central argentino tiene unos cuatro mil 700 millones de dólares en reservas de oro, y se estimaba que, hasta 2022, 450 millones de dólares en metálico se encontraban depositados en el Banco de Inglaterra.
Sergio Omar Palazzo
“Ante versiones circulantes relativas a la salida de oro de las reservas del BCRA con destino al exterior, acompaño el pedido de información pública, clara, precisa, completa y detallada, efectuada al presidente del BCRA de acuerdo al derecho que me confiere la Ley de Acceso a la Información Pública 27.275 y su decreto reglamentario N° 206/2017”.