El rozón de bala que hizo crecer a Trump 

18 de Octubre de 2024

El rozón de bala que hizo crecer a Trump

Donald Trump

A raíz del atentado en Pensilvania, la candidatura del magnate a la Presidencia de EU se fortaleció, mientras que en el Partido Demócrata aumentan las dudas en torno a la nominación de Biden para un nuevo mandato

Hasta antes del pasado 13 de julio, el expresidente Donald Trump cargaba con el peso de las acusaciones graves por incitar a sus seguidores a tomar el Capitolio en 2021, por resguardar documentos secretos y sugerir sin pruebas que en 2020 hubo fraude electoral, entre otras conductas ilícitas.

Miles de estadounidenses no veían en él a un futuro presidente. Pero después de haber burlado a la muerte por pocos centímetros debido a que tras el ataque en su contra sólo recibió un rozón de bala en la oreja, tanto los simpatizantes republicanos como los votantes indecisos ven en él a una figura capaz de liderar a su país, al grado de que algunos ciudadanos se han tatuado en la piel la escena del ataque.

Mientras Trump se fortalece, el Partido Demócrata enfrenta una división interna y el descontento de algunos sectores por el desempeño de Joe Biden como candidato en las últimas semanas.

De acuerdo con datos de Real Clear Politics, hasta antes del intento de asesinato registrado el pasado sábado en Pensilvania, Donald Trump mantenía ventaja en Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Pensilvania y Wisconsin, los seis estados que tradicionalmente deciden las elecciones presidenciales. Tras el ataque fallido, las preferencias electorales por el republicano subieron un punto a nivel nacional, según la empresa de inteligencia empresarial Morning Consult.

De continuar esta tendencia, y si Trump mantiene su ventaja en Arizona, Georgia y Nevada, Joe Biden deberá ganar en los estados de Pensilvania, Michigan y Wisconsin, y convencer a la mayoría de los votantes en Maine y Nebraska.

En un momento en el que gran parte de la ciudadanía estadounidense está desencantada por la débil postura de su país ante la guerra de Ucrania y ante las matanzas de palestinos por parte de Israel, y cuando a miles de votantes les preocupa la avanzada edad del presidente en funciones, el panorama es incierto para el Partido Demócrata.

A las mayores posibilidades de Trump de obtener la victoria, se suma la dimensión que alcanzó su figura en pocos minutos el sábado 13 de julio. La imagen del expresidente con el rostro ensangrentado y el puño en alto logró que se le percibiera como alguien capaz de salir airoso de todo tipo de dificultades, y como una persona que mantiene el temple y la actitud combativa en momentos de estrés o peligro.

Para un sector de republicanos, el hecho de que Donald Trump sobreviviera a un intento de asesinato fue interpretado como un “designio divino”. Tal es el caso de Jack Prendergast, delegado de Nueva York, quien declaró a AFP que el expresidente “tenía un ángel sentado en su hombro (...) la mano de Dios, a mi entender, apartó su rostro”. O del senador de Florida, Marco Rubio, quien aseguró que “Dios protegió a Trump”. Este apoyo renovado de miembros de su partido, según analistas, fortalecerá la presencia y la fuerza del mensaje del empresario, lo que aumentará a su vez su popularidad entre los votantes.

Otro de los factores que favorecerán a su campaña tras el ataque frustrado es el apoyo de patrocinadores millonarios, como Elon Musk, quien anunció una donación de 45 millones de dólares cada mes. Según CNN, el dinero se utilizará para registrar más votantes en el país, persuadir a la gente de votar anticipadamente y solicitar boletas por correo en estados indecisos.

Persiste la amenaza

Aunque el expresidente se encuentra fuera de peligro, y la seguridad en todos los mítines se verá reforzada, el peligro no ha pasado. La semana pasada, la Oficina Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés), alertó que tras el intento de asesinato del expresidente, la retórica política violenta ha aumentado en todo el territorio.

Se trata de una continuación de la tendencia anunciada el año pasado por la agencia noticiosa Reuters, que señaló que entre 2021 y 2023, el ala derechista estadounidense usó más la violencia política que su contraparte izquierdista.

El fenómeno también fue documentado por los profesores Pete Simi, de la Universidad Chapman, y Seamus Hughes, de la Universidad de Nebraska, quienes, tras un estudio de las amenazas contra candidatos entre 2013 y 2023, llegaron a la conclusión de que, en los últimos 10 años, más de 500 personas en el país fueron detenidas por amenazar a funcionarios públicos.

En esta ocasión, tras los hechos ocurridos el pasado 13 de julio, en foros y sitios web de derecha se publicaron diversas teorías que responsabilizaban a miembros del Partido Demócrata. En patriots.win –una plataforma de seguidores de Trump, popular entre los extremistas– se llegó a pedir una “purga” en el Gobierno federal y hasta una ley marcial. “Somos nosotros o ellos”, escribieron.

De manera específica, el presidente Joe Biden es uno de los objetivos de esta retórica. En un discurso emitido pocos días antes de la tentativa de homicidio, el demócrata había declarado que “es hora de poner a Trump en el blanco. Se ha salido con la suya sin hacer nada durante los últimos 10 días”, palabras de las que incluso se retractó horas después del atentado.

Pero la furia contra Biden también está en los correligionarios de Trump. Mike Collins, representante republicano de Georgia, aseguró: “Joe Biden envió las órdenes. El fiscal de distrito republicano del condado de Butler, Pensilvania, debería presentar cargos de inmediato por incitar a un asesinato”, y se teme que aumente la lista de republicanos que piden vendetta contra Biden.

A pocas semanas de las elecciones son muchos los llamados a mantener la paz y el orden en los comicios. Algunos analistas dicen esperar que el intento de asesinato de un candidato presidencial sirva para dar pie al razonamiento y al debate público, lejos de la violencia, pero otros advierten que la tensión en el ambiente político y las señales de violencia van en aumento.