BRICS: oportunidad para el sur y amenaza para el dólar 

25 de Noviembre de 2024

BRICS: oportunidad para el sur y amenaza para el dólar

global

La eventual adopción de una moneda de uso común para esta alianza de países en vías de desarrollo y un sistema de pagos alterno, podrían cambiar el tablero del juego económico mundial

Con 15 años recién cumplidos, la alianza BRICS (fundada por Brasil, Rusia, India y China), se convirtió en un contrapeso a las grandes organizaciones como el Grupo de los Siete, originalmente compuesto por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido. Pero esta alianza ahora prepara su siguiente gran paso: la adopción de una moneda común para sus transacciones y para comerciar sin el uso de otra divisa, lo que podría afectar la hegemonía internacional del dólar.

Aunque aún no se ha confirmado la divisa que se utilizará, una posibilidad es que se opte por criptomonedas, según informó el portal CryptoNewsZ, dedicado a las divisas virtuales. La semana pasada el sitio señaló que las naciones pertenecientes a los BRICS podrían utilizar XRP, una moneda digital creada en 2012 y pensada para facilitar el comercio internacional.

La XRP es vista con buenos ojos en países como Rusia, gracias a que trata a todos sus usuarios de manera equitativa. También es altamente segura, en comparación con otras divisas virtuales, y ofrece tiempos rápidos de transacción a bajos costos, factores que le facilitaron su adopción en el gobierno de Vladímir Putin, especialmente tras el estallido de la guerra que mantiene en Ucrania.

De adoptar esta moneda como parte oficial del comercio en los BRICS, podría generarse un aumento en el valor de la XRP, lo que despertará el interés de otras naciones y entidades financieras para unirse al comercio con la organización.

La intención de implementar una moneda común va de la mano de la idea de habilitar un sistema internacional y alterno de pagos. En este rubro, de utilizar XRP se usará también Ripple, una plataforma similar a la blockchain de código abierto con las mismas características de seguridad y rapidez que la moneda.

De esta forma, Ripple tendría un papel similar a SWIFT, red que utilizan los bancos actualmente para comunicarse entre sí de forma segura, y del cual Rusia fue desconectado, por su ofensiva militar en contra de Ucrania.

Aunque actualmente BRICS sólo cuenta con 10 miembros en su sistema de pagos, ya ha generado interés en varios países. Así lo detalló Elvira Nabiullina, gobernadora del Banco Central de Rusia, quien aseguró a medios de comunicación que 159 países podrían adoptar el sistema de pagos de BRICS una vez que haya entrado en funcionamiento.

“Existen infraestructuras similares en otros países. Estamos manteniendo conversaciones sobre la interacción de dichas plataformas, pero en este caso son importantes el interés y la preparación técnica de nuestros socios”, señaló Nabiullina.

De implementar tanto la criptomoneda como el sistema de pagos alterno, los BRICS serían la primera organización internacional que utilice una divisa virtual para sus transacciones, aunque cabe destacar que el uso oficial de este tipo de moneda dentro de un sólo país se inauguró en 2021 en El Salvador, bajo la gestión de su presidente, Nayib Bukele, quien promovió una ley por la que se reconoce al bitcoin como moneda de curso legal.

Casi tres años después de la expedición de esa ley, apenas cerca del 10% de salvadoreños utiliza el bitcoin, debido a que, a pesar de que su cotización ha llegado a alcanzar niveles récord, aún hay mucha desconfianza en su estabilidad.

Con corte al pasado 20 de agosto, esta criptomoneda se cotizaba en 60 mil 812 dólares, lo que representó un crecimiento de 3.9% respecto a las 24 horas anteriores.

Poco a poco, el uso de esta moneda va ganando terreno. Se calcula que más de tres mil estudiantes se han especializado en su funcionamiento, mientras que algunos empresarios consideran al bitcoin una herramienta inclusiva, especialmente en el sector turístico, por lo que algunos pronósticos apuntan a un posible boom económico en un futuro cercano.

Perspectivas

La experiencia salvadoreña parece animar a los BRICS, que se preparan para confirmar el uso de una moneda común virtual en su próxima asamblea, a realizarse en Kazán, Rusia, del 22 al 24 de octubre.

En este sentido, Viktoria Panova, directora del Consejo de Expertos del organismo, informó que la creación de un mecanismo de pago alterno es uno de los temas más relevantes en la agenda del próximo encuentro. Y aunque el movimiento estratégico-financiero podría representar un golpe a la hegemonía del dólar, lo cierto es que su primer objetivo es otro.

De acuerdo con portales financieros especializados, el objetivo es darle a los países del sur global la posibilidad de promover el uso de sus respectivas monedas nacionales para los pagos comerciales, lo que a su vez fortalecerá sus economías.

También se espera que el uso de una divisa común entre los países afiliados fortalezca el Nuevo Banco de Desarrollo (NDB, por sus siglas en inglés). Creado en 2015 por los miembros del BRICS, ha tenido un perfil bajo, pero esto podría cambiar tras la implementación de una moneda unitaria en la alianza, y sumar nuevos clientes en un futuro cercano.

Especialistas destacan que la digitalización por sí sola entraña varios desafíos. Al tratarse de mercados en línea, la innovación y el dinamismo son los principales factores a tener en cuenta, pues pueden cambiar las reglas en cualquier momento.

De expandirse la alianza y aceptar a más naciones –como Irán, Egipto, Etiopía, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, que fueron admitidos este año– los objetivos y contradicciones también aumentarán. Hasta ahora, los BRICS han operado bajo los principios de respeto mutuo, igualdad soberana, inclusión, consenso y colaboración fortalecida; los líderes a cargo deben vigilar especialmente la variedad de puntos de vista que conlleva la diversidad de voces.

De esta forma, e independientemente de la moneda que se utilice en el comercio entre los países integrantes de BRICS, se espera una nueva era en el panorama económico internacional que, en estos momentos, si bien mantiene su hegemonía entre las potencias occidentales, también ha generado desencanto y desconfianza entre las naciones del sur global, las cuales se han visto relegadas de las grandes decisiones y anhelan un cambio de orden.