El verdadero costo de la deuda pública

30 de Enero de 2025

Ricardo Cantú Calderón
Ricardo Cantú Calderón

El verdadero costo de la deuda pública

columna fiscal

En 2023, el PIB per cápita en México creció un 2.3% y el costo financiero de la deuda pública fue el más alto desde 1993: 8,384 pesos por persona. En un periodo de relativa bonanza y calma, sin crisis financieras ni económicas, se gastó más en pagar intereses, comisiones y otros gastos relacionados con la deuda pública (3.3% del PIB) que en toda la función programable en educación (2.9% del PIB) o salud (2.5% del PIB). Cabe aclarar que, a costa de todos los beneficiarios, ambas funciones están en mínimos históricos.

Los instrumentos financieros son herramientas que ayudan a suavizar los ciclos económicos prevalentes; por ejemplo, en épocas de crecimiento, se ahorra, mientras que en momentos de crisis, se acude al crédito. Sin embargo, aunque aparentemente no estamos viviendo un momento contractivo, se registró un endeudamiento máximo de 4.3% del PIB o 10,935 pesos por persona. Con los costos previamente descritos, esto significa que el 77% de los recursos requeridos se redirigirían, directa o indirectamente, a mantener vigente la deuda. Solo el restante 1% del PIB estaría disponible para el gasto público.

¿Qué se espera para el cierre de 2024? En primer lugar, se anticipan Requerimientos Financieros del Sector Público históricos de 5.4% del PIB; es decir, 14,009 pesos por persona. En segundo lugar, se esperan tasas efectivas crecientes (costo de la deuda dividido entre su saldo o tasa de interés promedio), superando el también máximo en 2023 de 7.5%, para terminar en 8.5%. Es decir, no solo se contratará más deuda, sino que también se pagará más por ella: 9,598 pesos por persona o 3.8% del PIB.

El sector público ha estado creando una relativa tranquilidad económica con mayor gasto público y baja recaudación, gracias al uso de la deuda y no por un mayor crecimiento económico. Por un lado, si comparamos las cifras anteriores con la captación de recursos: de 2023 a 2024, la recaudación pasaría de 22.1% a 21.4% del PIB, disminuyendo 0.7% del PIB. Por otro lado, si lo contrastamos con el presupuesto para los mismos años, el gasto pasaría de 26.0% a 26.4% del PIB, aumentando 0.4% del PIB. Adicionalmente, si se compara el crecimiento económico con el incremento de la fuerza laboral, la productividad del país ha crecido únicamente un 0.4% cada año en promedio desde 1993.

Así, la educación recibe menos recursos que lo destinado al costo financiero de la deuda y el gasto en salud aún no supera el 3% del PIB. Es decir, los recursos no terminan de llegar donde pueden generar crecimiento económico y prosperidad hoy y a largo plazo. El relativo progreso económico actual tiene un costo. La deuda pública y su costo, no impulsan el crecimiento ni un aumento en la recaudación, y se traslada a las futuras generaciones sin grandes beneficios para la población actual.