Los puertos de Colombia en el Atlántico se convirtieron para el Cártel de Sinaloa una vía estratégica indispensable para asegurar y extender el tráfico de cocaína al continente africano, eso generó el interés, hace más de cinco años, de buscar el control de los puertos de Santa Marta, Barranquilla, y Cartagena.
Así comenzó la incursión del grupo mexicano en la franja marítima colombiana, de acuerdo a los documentos que los militares mexicanos y estadounidenses han recabado en los últimos años.
Las fuentes consultadas por ejecentral explicaron que el punto más importante para el cártel fue el área metropolitana de Barranquilla, porque existen diferentes puntos de salida que se están utilizando para la salida de embarcaciones desde la Sociedad Portuaria, a partir de corrupción y complicidad de organizaciones locales aliadas.
Ni los documentos ni las fuentes ofrecen detalles sobre cómo los enviados del Cártel de Sinaloa -de parte de las familias Zambada y Guzmán Loera-, contactaron a la familia Char, la más poderosa de la región, tanto en el ámbito político y empresarial; sin embargo desde que fueron identificados por las oficinas de inteligencia del Ejército mexicano y de las agencias estadounidenses, comenzaron un seguimiento directo, telefónico y a través de fuentes presentes en las reuniones, que confirmaron la asociación que surgió entre la familia colombiana y las familias sinaloenses.
En la ruta para tomar el control de esos puertos, sostienen los agentes de inteligencia y documentos en poder de ejecentral, el cártel de Sinaloa negoció con algunos grupos locales
y en otros casos hubo confrontación, y con ello violencia.
En el seguimiento de inteligencia castrense, en al menos los tres últimos años, y que reveló hace dos semanas este semanario, los alcances de la asociación Char-Sinaloa puso al descubierto para los investigadores el posible uso de recursos ilícitos en campañas políticas.
El avance de las pesquisas, que aún se ubican a nivel de inteligencia, de acuerdo a lo que confirmó a este periódico, pero que abarca desde la revisión de operaciones financieras, migratorias e inmobiliarias en México y Estados Unidos, ya colocó en el radar a los hermanos Arturo y Alejandro Char Chaljub (recién elector alcalde de Barranquilla), y a su padre Fuad Ricardo Char.
Pero hay más personajes que ya son investigados por la alianza México-Estados Unidos, y que se ubican en el entorno clave de la familia de Barranquilla, se trata del empresario José Abondano y Héctor Amaris Rodríguez, alias El Oso Yogui.
De acuerdo a la información confirmada por ejecentral, El Oso Yogui ya se encuentra en contacto con el Departamento de Justicia de Estados Unidos, específicamente en Miami, donde radica, con la intención de colaborar.
Tanto Abondano como Amaris, son identificados por la inteligencia militar mexicana como piezas clave en el andamiaje financiero de la familia Char y eslabones fundamentales con el Cártel de Sinaloa.
El poder en las elecciones
La semana pasada, este periódico también dio a conocer que en el seguimiento que llevan a cabo los oficiales de inteligencia mexicanos y las agencias estadounidenses, descubrieron que tanto los empresarios colombianos como posiblemente el Cártel de Sinaloa, inyectaron dinero ilícito a la campaña presidencial colombiana del año pasado, con la intención de hundir al presidente Gustavo Petro.
De acuerdo a un documento publicado hace unos días por W-Radio en Colombia, fechado el 10 de junio de 2022, muestran que las investigaciones de los agentes continúan acumulando elementos sobre la participación de la familia Char y el Cártel de Sinaloa en las elecciones del país sudamericano, ya que reporta a la Sección Segunda de Inteligencia del Ejército y de la oficina del secretario de la Defensa de la investigación de la “posible participación de la facción del Cártel de Sinaloa en el financiamiento ilícito en la campaña presidencial de la República de Colombia y cuya finalidad es obstruir la llegada a la presidencia de ese país del candidato” Petro.
Un dato muy interesante que ofrece dicho documento de W-Radio es que hace referencia al expediente del que forma parte este informe, y que refiere el año de 2019, es decir, por lo menos el seguimiento a la incursión del Cártel de Sinaloa a Colombia, y el seguimiento a la familia Char y sus asociados corresponde a ese año.
Dicho informe, que confirmó su veracidad este periódico, refiere también que “la red financiera a partir de la cual se opera dinero ilícito con fines electorales en el departamento del Atlántico, Colombia está liderada por: José Galo Abondano, Fuad Ricardo Char Abdala, Alejandro Char Chaljub y Luis Miguel Cotes”.
Este documento también fue publicado por el periódico El País en su edición Colombia, que también hace referencia a lo que menciona el documento, en cuanto a la importancia de Abondano, “que a través de su ‘Caja de Cambio’ realiza préstamos de dinero a políticos para sus campañas electorales en donde los garantes son los accionistas de la cadena comercial ‘Olímpica’ y del ‘Banco Serfinanza’: Fuad Ricardo Char Abdala y Alejandro Char Chaljub”.
SIGUE LEYENDO |
Arman en Colombia poderosa estructura financiera
El objetivo: desestabilizar Colombia
El Oso Yogui: vínculo entre políticos colombianos y el Cártel de Sinaloa