En días pasados Xóchitl se presentó ante el priismo para recibir su constancia como candidata y eligieron para tal ocasión la ciudad de Mérida en Yucatán, uno de los estados con mayor rentabilidad para la alianza.
Mérida es rentable para la alianza porque es ahí, en “la ciudad más segura del país” donde la narrativa del temor que pretende vender la alianza ha tenido más éxito. No porque el gobierno del PAN tenga la panacea contra la violencia del crimen organizado, Guanajuato lo gobierna acción nacional y es uno de los lugares más violentos de América Latina. La narrativa de la alianza encontró su mejor aliado en un viejo conocido del subconsciente yucateco: el regionalismo exacerbado que raya en la xenofobia.
Cientos de banderas Yucatecas desplazaron a los colores partidistas cuando la alianza se reunió para inscribir a sus candidatos por Yucatán. El mensaje subliminal que pretende justificar cualquier coalición que hubiera aborrecido tanto Cervera Pacheco como Castillo Peraza ha sido constante: Si no somos nosotros, entran Ellos.
Lo que el PAN y sus aliados pretenden venderle al Yucateco es xenofobia electoral. Por eso se han vuelto populares en redes los mensajes dirigidos al foráneo que rezan “en este estado no se vota por Morena”. Por eso cuando Claudia reconoció en un mitin el trabajo de una policía Yucateca en la ciudad de México, cientos de portales difundieron la noticia falsa y tendenciosa de que la candidata de morena pretendía imponer a otra gente y vulnerar la preciada seguridad del Yucateco.
Quieren despertar en el votante Yucateco el miedo a los otros. Mientras unos llaman a cerrar la brecha de desigualdad y a incluir a la población que se ha trasladado para hacer de Yucatán su hogar, el panismo y sus aliados presentan a un candidato que ha sido señalado varias veces por sus comentarios xenófobos entre banderas de la República de Yucatán.
Denostar a la gente de fuera ante cualquier tipo de cuestionamiento, manifestación o rechazo a su administración ha sido una constante en la carrera política de Renan Barrera, da igual si es una protesta feminista, un grupo de vecinos o un muchacho asesinado a manos de su policía municipal. Gravísimo cuando se piensa gobernar un estado al que llegan a vivir 20mil familias al año.
La alianza en Yucatán pretende dibujar una imagen en la que son ellos los únicos poseedores de los valores yucatecos y por eso todos unidos luchan para proteger a una damisela en peligro, la sociedad yucateca, de las garras de una horda que acecha sus puertas. Se les olvida que a esa sociedad han llegado a vivir 100 mil personas de toda la república en los últimos cinco años. Pronto sabremos si el discurso del temor, la división y el regionalismo tóxico tienen lugar en un Yucatán multicultural que se proyecta hacia el mundo en vez de cerrarse en sí mismo.
Únete a nuestro canal de WhatsApp para mantenerte informado al estilo de EjeCentral.