La detención de Rafael Caro Quintero ha provocado movimientos estratégicos en estados que conforman la frontera entre México y Estados Unidos. A partir de este miércoles, nueve estados se encuentran en alerta por una posible reacción del crimen organizado a la caída del capo.
Desde el pasado viernes, cuando se dio a conocer que la marina lo había capturado, Sinaloa se puso en alerta ante una posible represalia del crimen organizado, pese a que el presidente Andrés Manuel López Obrador lo ha descartado.
El gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, dijo que tras la captura la semana del narcotraficante más buscado por la Administración de Control Antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés) las entidades han incrementado el número de elementos de seguridad.
Además, señaló que los estados se encuentran coordinando sus aparatos de inteligencia en investigaciones para mantenerse alerta.
El gobernador de Sonora se reunió ayer con la titular de la Secretaría de Seguridad del Gobierno de México, Rosa Icela Rodríguez, mandos del Ejército mexicano y la Guardia Nacional para tratar el tema.
“Obviamente estas detenciones nos obligan a fortalecer la presencia de los cuerpos de seguridad y a alertar su desempeño ante eventuales reacciones, no solo por el caso o la detención de Rafael Caro Quintero, sino por la movilidad que ha tenido la incidencia criminal en algunas regiones”, afirmó el gobernador ante medios de comunicación.
En la reunión participaron los titulares de las agencias de seguridad, ministeriales y fiscalías de los norteños estados de Sonora, Sinaloa, Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Durango, Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas.
Actualmente Caro Quintero se encuentra en el penal de máxima seguridad del Altiplano, ubicado en el Estado de México, mientras su extradición hacia Estados Unidos está latente. Cabe recordar que fue justamente en dicho penal, antes llamado de Almoloya, que el fundador del Cártel de Guadalajara fue recluido por primera vez tras su captura en 1985.
La justicia de Estado Unidos busca juzgarlo por el secuestro y asesinato del agente antidrogas, Enrique Kiki Camarena, así como por otros cargos por narcotráfico, pero si defensa busca a toda costa evitarlo, podría incluso llegar a un amparo ante el máximo tribunal del país. DJ
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