Pablo Gutiérrez Lazarus llegó a gobernar este municipio a mediados de 2015, en el peor momento de la debacle económica. Debió trabajar sobre ruinas, pues el cierre de negocios era meteórico, todos los días había cientos de nuevos desempleados, las participaciones federales se desplomaban y la recaudación de impuestos tocó fondo. Pero ojalá la crisis hubiera sido sólo económica. La rivalidad entre partidos y el “fuego amigo” de panistas contribuyó a hundir aún más a la isla. La asignación de recursos para detonar el turismo y un programa de recuperación económica se hubieran concretado de no ser porque el gobernador es del PRI y la administración municipal está en manos del PAN.
- ¿La diferencia de partidos ha complicado el manejo de la crisis?
—En algunos casos los temas se han manejado políticamente con el objetivo de dejar en una condición desfavorable a Ciudad del Carmen.
- ¿Por ejemplo?
—Por ejemplo en temas como el turismo, dándole más impulso a otros destinos y no a Ciudad del Carmen, considerando las circunstancias en las que estamos. No se le ha dado el impulso ni los recursos adecuados a nuestro municipio por cuestiones políticas. “También hemos visto en el cabildo la falta de compromiso y de generosidad de los regidores emanados del PRI, que solamente están viendo la manera de cómo socavan en lugar de contribuir y generar el entorno que necesitamos para salir adelante.
- ¿Es verdad que también hay “fuego amigo”?
—En el PAN hay una división muy clara, hay equipos buscando intereses grupales y no colectivos, contrarios a la doctrina del PAN. Yo no tengo buena relación con el Comité Directivo Estatal, y este comité maneja a dos o tres regidores; bueno, pues esos regidores en lugar de defender los intereses de los carmelitas, responden a intereses ajenos.
Y lo mismo pasa con los regidores del PRI, que si reciben órdenes de no colaborar, pues no colaboran, y Ciudad del Carmen paga las consecuencias”.
- ¿Por qué es mala su relación con la dirigencia estatal?
—Porque no vemos a un Comité Estatal opositor, vemos a un comité tendido y rendido al gobierno estatal. El presidente municipal panista sostiene que los peores años fueron 2015 y 2016. Asegura que para el último trimestre de este año y el primero de 2018 se esperan inversiones de empresas transnacionales que den oxígeno a la economía local.
❝La riqueza petrolera nos llevó a que durante más de 30 años fuéramos dependientes de un solo rector, no hubo una diversificación de la economía, y al colapsar este sector, pues colapsa todo❞, refiere.
Necesitamos un plan como el que ahora tienen los lugares donde los sismos han causado severos estragos y pérdidas trágicas”, agrega.
Ser municipio petrolero en su momento era una bendición, pero hoy se ha vuelto una maldición, señala el alcalde. Antes de la crisis, por ser un municipio con vocación petrolera, Carmen recibía participaciones extraordinarias por 108 millones de pesos al mes. Actualmente, la situación es distinta y sólo fluyen tres o cuatro millones por ese concepto. El gobierno local además lidia con una deuda superior a los mil millones de pesos, que está en proceso de refinanciamiento, pues el ayuntamiento tiene deudas con el Seguro Social y con Hacienda. El turismo, dice el alcalde, es una opción para reactivar la economía de Carmen, pues cuenta con islas, playas, esteros y lagunas que son aptas para atraer paseantes. Sin embargo, la industria hotelera aún no está preparada para dar ese paso, y los espacios naturales no cuenta con la infraestructura necesaria ni con los servicios suficientes para recibir un flujo masivo de turistas. ES DE INTERÉS | La ciudad que mató Emilio Lozoya Parte1 “Contaré una historia de terror”. Parte 2