Aún se sienten los estragos que la crisis sanitaria derivada del Covid-19 ha dejado en la industria automotriz y, además, aún falta establecer cómo pintará el escenario una vez que se supere esta situación. En este sentido se pronunciaron dos personajes del sector, quienes ofrecieron un panorama sobre cómo seguirán las consecuencias y cómo poder enfrentarlas.
Sobre el primer aspecto se pronunció el socio de Manufactura Avanzada y Movilidad de EY, Francisco Bautista, quien refirió que tras la pandemia la falta de mano de obra calificada, la dependencia que se tiene del mercado estadounidense y las elecciones del próximo año son circunstancias que dificultan la reactivación de la industria.
Estas eventualidades, sumadas a la baja en las ventas que se registró a nivel nacional, serán los factores de riesgo que vivirá la industria automotriz mexicana, sostuvo.
Además, puntualizó que las ventas de vehículos en el país vecino del norte aún no se recuperan del impacto del Covid-19, por lo que las exportación se mantendrán a la baja en México.
Bautista también abordó el tema del T-MEC y señaló que el tratado comercial representa también una traba en este sentido. Las nuevas reglas de origen y los documentos solicitados con base en los requerimientos estipulados propiciarán “un costo adicional” a la ya compleja situación, advirtió.
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Por otro lado, José Guillermo Zozaya, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), quien externó que ante los pronósticos que auguran un panorama complicado para el sector es necesario impulsar medidas para revertirlo.
El representante de la AMIA habló sobre la posibilidad de legislar en materia fiscal con la intención de darle un impulso a las ventas de automóviles en el país. De hecho, se dirigió a los integrantes del Senado, a quienes exhortó a implementar la tasa cero en el Impuesto al Valor Agregado (IVA) para los vehículos eléctricos, híbridos y demás modelos que buscan cuidar el medio ambiente.
Además, les sugirió impulsar que se deduzca hasta el 100 por ciento para los denominados automóviles verdes y que para las unidades de combustión se suba a 50 por ciento la deducibilidad.
Estas medidas incentivarán en el mediano plazo las ventas en el mercado interno, apuntó el representante de la AMIA, quien acotó que ante la incertidumbre que se vive y postergó por un tiempo más debido a la crisis sanitaria, es preciso tomar este tipo de medidas. GA
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