Con cuatro votos a favor, dos en contra y una abstención, la Asamblea General de Asociados del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) modificó hoy los estatutos de la institución a pesar de las denuncias de la ilegalidad del proceso, de la protesta que hicieron los estudiantes del Centro, que llegó a cerrar la carretera México-Toluca, y del apoyo que han recibido de parte de académicos y estudiantes de otros centros de investigación.
En la reunión convocada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, los representantes del propio Conacyt, las secretarías de Energía y Educación así como del Fondo de Cultura Económica, votaron a favor del cambio de los estatutos propuesto por Conacyt; el del Banco de México se abstuvo y los del Colegio de México y la Secretaría de Economía, de acuerdo con un comunicado de José Antonio Romero Tellaeche, director del CIDE.
Por medio de un comunicado, Silvia Giorguli, presidenta del Colegio de México, señaló que “no hay condiciones para presentar y aprobar propuestas de reforma al Estatuto Orgánico dado que el procedimiento en sí mismo no cumple con lo que dicho Estatuto señala”, en referencia a que el artículo 42 del Estatuto dice que al Consejo Académico del CIDE debe aprobar cualquier modificación a los estatutos antes de que sea sometida a la Asamblea General.
Protesta. Estudiantes del CIDE sacaron a la calle el escritorio de José Antonio Romero, cuyo nombramiento desconocen.
En un desplegado publicado ayer, más de 300 científicos de distintas adscripciones señalaron también que la reunión de hoy de la Asamblea es “una violación del artículo 48 de la Ley de Ciencia y Tecnología, que dota al CIDE de autonomía de decisión técnica, operativa y administrativa”.
Los firmantes señalaron que “en nuestro país está en marcha un programa político-ideológico, seudo-legal y anti-institucional, para cancelar las libertades de cátedra investigación científica y difusión y transferencia del conocimiento”, y que “defender al CIDE es salvaguardar a las instituciones de educación superior a la ciencia y cultura de nuestro país”.
Como parte del mencionado “programa político-ideológico”, estarían: la desaparición de los fideicomisos, los recortes presupuestales, la destitución de directivos de centros públicos de investigación, “el uso de instituciones gubernamentales para perseguir a científicos considerados opositores” y la anunciada modificación al padrón de posgrados de calidad.
Ante el revés de hoy, la comunidad de estudiantes del CIDE manifestó que vieron “con preocupación y tristeza” que las autoridades permitieran “este asalto en vez de apegarse a la legalidad”, y aseguran que seguirán luchando contra el autoritarismo, para que se recupere la democracia y que, incluso, “el movimiento escalará”.