En primer plano, aparece el presidente Andrés Manuel López Obrador. A la indicación de quien graba el video, el mandatario comienza a hablarle a la cámara y ubica al espectador: “Estamos aquí en la oficina de Palacio Nacional ¿Si alcanzan a escuchar? Ahí está la música del organillero del Zócalo”. Sonriente, relajado, en cuatro minutos con 13 segundos anuncia la primera gran inversión que hará la iniciativa privada en su gobierno: Nestlé aportará 154 millones de dólares para construir una fábrica de café que creará 10 mil empleos. No es un mensaje menor, México se convertirá en el mayor productor de café para la empresa a nivel global, por arriba de Brasil. Al día siguiente, en plena hora de comida del miércoles, el Presidente lanza un segundo video por YouTube, que conecta a todas sus redes sociales. Ahora anuncia una reunión con directivos de una de las más importantes empresas del gobierno canadiense, Hydro-Québec, con quienes se acordó una coinversión para rehabilitar las 60 hidroeléctricas del país y producir energías limpias. En el encuentro, la directora de Hydro-Québec, Jacqueline Mongrut, agradeció en la reunión el poder conocer en persona al Presidente y la posibilidad de llegar a un acuerdo de gobierno a gobierno y externó, estamos “orgullosos de estar con este nuevo gobierno extremadamente activo y fuerte con personas de gran capacidad”. Así, en unas horas, López Obrador inaugura una nueva manera de comunicarse. Es algo nuevo, incluso para el Presidente, que antes de su tercer campaña presidencial rechazaba cualquier intento de sus colaboradores por acercarlo a las que llama ahora las “benditas redes sociales”, y que en el siglo XXI son sus grandes aliadas. Ya no se requieren de boletines de prensa, de suntuosos actos protocolarios o de transmisiones en cadena nacional, ahora sólo basta una transmisión en vivo o un video en Youtube, en Twitter o Facebook. De nueva cuenta, y como le sucedió cuando fue jefe de gobierno de la Ciudad de México, López Obrador impone la agenda, en una especie de estrategia sin estrategia. El presidente simplemente ya no tiene intermediarios. “Lo que se busca es crear la sensación de que están ocurriendo cosas buenas y con las redes resulta más barato y eficaz”, explicó el investigador de la UAM Azcapotzalco, Saúl Jerónimo Romero y especialista en comunicación política en redes. Para otros expertos consultados por ejecentral, se trata de un estilo propio que el político tabasqueño adoptó y ha ido perfeccionando desde el inicio de lo que fue su tercera campaña en busca de la Presidencia. Pareciera, señala Jerónimo Romero, que a través de esta estrategia comunicativa los medios están un paso atrás del Presidente de México. “Ahora tienen que establecer la agenda en función de lo que dice el Presidente en la mañana y ahora no sólo eso, también los mensajes que da a lo largo del día”. Es una estrategia rápida y efectiva para la gente, pero los sectores afectados tienen todo el día para procesar lo que se dijo en la mañana en la conferencia de prensa, apunta. Pero el posicionarse en la agenda no fue una ambición de López Obrador, no fue planeado, cuenta a ejecentral Polimnia Romana, su exasistente personal y exjefa de escoltas del ahora mandatario.
1.1 millones
reproducciones
El primer video: 4.8 mil comentarios y YouTube 102.910 visualizaciones
La ocurrencia
El martes 5 de diciembre de 2000, Andrés Manuel llegó a las seis de la mañana al Palacio del Ayuntamiento. Era su primer día como jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal. Desde que fue electo anunció que muy temprano iniciaría su jornada. Por ello los medios de comunicación ya lo esperaban. Leticia Ramírez, encargada también de Atención Ciudadana le tenía gente que lo esperaba para hacerle peticiones. Obrador se apersonó en el lugar, saludó a los medios y comenzó a atender a los ciudadanos, cuenta Polimnia. Al paso de los días, la entrevista banquetera era insuficiente y por ello se habilitó la Sala Zarco para realizar las conferencias de prensa que lo posicionaron por encima del presidente Vicente Fox. “En ese tiempo fue innovador. Monitor de Gutiérrez Vivó lo pasaba en vivo, igual Jorge Berri. ¡A las nueve de la mañana ya estaban mandando su nota!”, apunta. Ya como presidente, Andrés Manuel López Obrador inicia el día con “la mañanera” a las siete. Coloca un tema y luego cualquier medio puede preguntar. Ahora, para seguir encabezando la agenda, después de mediodía sumó los videos en redes sociales. El primero fue el martes, alrededor de las dos de la tarde, en el que anunció la inversión por 154 millones de dólares de Nestlé México para la construcción de una planta de café en Veracruz. El miércoles cerca de las 15:30 horas dio a conocer la reunión con los canadienses en video que dura siete minutos y 49 segundos.
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El segundo video: 15 mil reacciones y 2 mil comentarios en Facebook
Ambos, de inmediato provocaron reproducciones, reacciones y comentarios en las redes, positivas y negativas: “Se me está haciendo vicio ver lo que hace el presidente, jamás me había interesado en ellos pues es mucha decepción, mis respetos para este presidente”, escribió en Facebook Gloria Piña. “Que comiencen a pagar impuestos las mineras canadienses”, escribió en Twitter @gordopochtli. “No podrían ser empresas mexicanas? Por qué dar contratos a empresas extranejeras”, refutó @saperc912. Los mensajes por redes sociales, considera Jerónimo Romero, pueden ser efectivos a corto plazo. “Hay cosas que faltan vincular, de momento son noticias efectistas. Pero debe acompañarlo de una estrategia de comunicación política de más largo plazo y de mayor profundidad”. De acuerdo con César Faz, consultor senior de Gerencia del Poder, no se trata de sustituir al spot como método para comunicar en algo producido que implique mayor gasto en el rubro de comunicación social sino “una estrategia de información en tiempo real que normaliza o neutraliza situaciones”, en este caso refirió en el caso en concreto con la inversión de Nestlé en Veracruz.
El Presidente se adelanta, se muestra de forma natural no producida en una junta de trabajo con el gobernador de Veracruz y el presidente ejecutivo de Nestlé y, al menos por ahora, fin del tema. Además, manda un mensaje de que las lleva en paz y en armonía con los grandes capitales, esto en medio de las discusiones sobre el presupuesto de egresos del año entrante”.
Sobre el desgaste que podría tener este tipo de acciones por parte del mandatario, el consultor quien también es uno de los desarrolladores del proyecto de La Tanqueta, programa de televisión por internet enfocado al debate político señaló: el presidente “no va a informar de todas sus reuniones. Pero por ahora se ha mostrado como un presidente sumamente público, así que es de esperarse que sea algo recurrente esta forma de comunicar. Así lo ha hecho desde que existen las redes sociales. Al respecto de quién estaría detrás de ese tipo de estrategias innovadoras, el especialista en estrategias de posicionamiento y coaching político reiteró que se trata de un estilo propio. “Es un político profesional. Ahora ya un hombre de estado. Alguien convencido de sus propias decisiones y su visión de las cosas”. Para Tatiana Clouthier, diputada federal por Morena, quien en el periodo de campaña se encargó del manejo de redes sociales para el entonces abanderado de la coalición “Juntos Haremos Historia”, se trata de una forma moderna en la que el tabasqueño busca posicionarse a la vanguardia y seguir marcando la agenda como la ha hecho desde antes de asumir el mandato. Utilizando las nuevas tecnologías y las maneras en que se está comunicando la gente. “Es una manera inteligente de comunicar y querer de llegar a todos los sectores, porque al final del día lo que sube a la red será noticia y no necesariamente al revés o sea será tomado por los medios tradicionales (…) Muestra que está a la vanguardia y que sabe comunicar y contactarse con la gente por las vías que actualmente utiliza para comunicarse”.