A pesar de que los radicales en el gobierno de México buscan encontrar culpables de los atrasos en el Tren Maya, la verdad sale a la luz.
La estadounidense Vulcan Materials, propietaria de Calica, se dijo sorprendida de la actitud que tomaron las autoridades federales de la Semarnat y la Profepa al clausurar, una vez más, sus instalaciones, y señalarla como una de las interesadas en bloquear el proyecto ferroviario.
Lo cierto es que la compañía llevaba semanas negociando con la Secretaría de Gobernación de Adán Augusto López para lograr un acuerdo en la empresa, que lleva Tom Hill, siguiera extrayendo y exportando materiales a Estados Unidos, y al mismo tiempo facilitara el desarrollo del proyecto ecoturístico en sus terrenos que ya están impactados.
Además de invertir en la ampliación del puerto de Punta Venado, uno de los de mayor calado en todo el país. El tiempo apremia y a nadie conviene que este asunto afecte en la relación con Estados Unidos.