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Los grandes perdedores de las elecciones del pasado domingo fueron los partidos políticos. El mejor ejemplo es el ganador de la contienda en Puebla, Luis Miguel Barbosa, quien tuvo 348 mil 798 votos menos que el año pasado, cuando quedó en segundo lugar.
Así, en estas elecciones quedó claro que no existió el efecto del presidente Andrés Manuel López Obrador, ya que como tuiteó el diputado federal, Porfirio Muñoz Ledo, se abstuvo 77% de los ciudadanos y, a pesar de que Morena obtuvo el triunfo en las dos gubernaturas en contienda, fue muy poca la gente que acudió a las urnas.
La participación ciudadana en Puebla fue de 33.41%, y el triunfador Miguel Barbosa logró 44.67% de los sufragios, según el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), lo que significa que 85% de los ciudadanos no votaron por él. Es decir, de una lista nominal de cuatro millones 589 mil 367 ciudadanos, sólo obtuvo el voto de 682 mil 245 ciudadanos.
México tiene el sitio 118 de 154 de países con sistemas electorales multipartidistas; el más alto en participación es Turkmenistán.
Mientras que el año pasado, en la elección ordinaria en la que obtuvo el triunfo la panista Martha Erika Alonso, hubo una participación ciudadana de 67.64%. Ella ganó con 38.17%, que significó el apoyo de un millón 153 mil 79 poblanos, de acuerdo con información del Instituto Estatal Electoral (IEE).
En una situación muy similar está el ganador de la contienda en Baja California, Jaime Bonilla, quien obtuvo 50.38% de los votos, de acuerdo con el PREP. Este número puede parecer muy significativo; sin embargo, debido a que la participación fue de 29.55%, sólo gobernará con la preferencia de 14.88% de los ciudadanos.
14 capitalesde las entidades del país son gobernadas por Morena; la más reciente es Mexicali, Baja California.
Esto significa que de una lista nominal de dos millones 811 mil 75 ciudadanos, sólo votaron por Bonilla Valdez 382 mil 308. En la elección anterior, la de 2013, la participación ciudadana fue de 39.44%, no fue alta, pero fue casi 10 puntos porcentuales más que la del domingo pasado.
Estos triunfos de Morena son significativos, ya que le arrebataron el poder al PAN, en el caso de Baja California el blanquiazul mantuvo la gubernatura desde 1989, cuando ganó por primera vez la oposición el país con Ernesto Ruffo Appel.
›Desde la elección de 2018 se habló del hartazgo de la población hacia el PRI, PAN y PRD; sin embargo, estos resultados muestran una gran diferencia de comportamiento del electorado respecto a la pasada elección presidencial.
Así lo muestran las cifras. En la pasada elección presidencial hubo una participación de 63.42% y la diferencia entre el primero, Andrés Manuel López Obrador, y segundo lugar, Ricardo Anaya, fue de 30.92 puntos.
Pero si nos vamos a los dos estados que tuvieron elecciones para la gubernatura, tenemos que en Puebla, López Obrador obtuvo 56.91% de los sufragios que equivalen a un millón 754 mil 596 votos, es decir un millón 72 mil 351 más de los que logró Luis Miguel Barbosa el pasado 2 de junio, con los que obtuvo el triunfo.
Y en Baja California, en la elección presidencial de 2018, el actual mandatario tuvo 918 mil 939 sufragios que equivalen al 63.88%, lo que significa que Jaime Bonilla tuvo 536 mil 631 menos en la contienda del pasado domingo.
En el estudio El Abstencionismo en México de Tatyanna Oñate se señala que las causas son multifactoriales y van desde la simple apatía, hasta un acto consciente de rechazo a los sistemas electorales y de partidos, situación en la que deben estar los políticos mexicanos.
Para dimensionar el alto grado de abstencionismo en nuestro país, en dicho estudio se detalla que en Gran Bretaña la abstención media es de 25% y en Francia de 26%; mientras que en las pasadas elecciones en México fue en promedio de 77 por ciento.