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Se mimetizan con el personal del Congreso, en pasillos y oficinas deambulan libremente. Sus nombres pasan inadvertidos, pero su objetivo es cardinal para los intereses de empresas y grupos políticos: incidir en las decisiones legislativas para obtener beneficios. Son los cabilderos que se mantienen cerca del poder.
Estos negociadores se cuentan por cientos, se reúnen con senadores y diputados federales dentro y fuera de las cámaras, cuando sus clientes ven afectados sus intereses económicos, y de esos encuentros pocas veces quedan registros. Uno de los casos más sonados ocurrió en el 2005, cuando se acusó a las tabacaleras de ofrecer a diputados viajes en primera clase y otras compensaciones a cambio de no votar aumento de impuestos.
›De igual intensidad fue el cabildeo en 2010, cuando se aprobó una reforma a la Ley General de Salud que prohibía la comida chatarra en las escuelas. Los cabilderos no se quedaron de brazos cruzados, insistieron en la siguiente Legislatura y en 2014 se aprobó una modificación que ahora permite la venta de comida chatarra, sólo los viernes.
Un año después, los legisladores prohibieron la publicidad en los centros escolares de alimentos y bebidas con bajo valor nutricional y alta densidad energética; sin embargo, en 2017, esos mismos cabilderos lograron que sus empresas regresarán a los institutos educativos de nivel superior, pues la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) otorgó un amparo a la Embotelladora Del Fuerte, filial del corporativo Coca-Cola.
Los legisladores no están obligados a informar de su relación con los cabilderos y niegan haber tenido contacto con el personal que defiende a corporativos.
En un nuevo episodio de este entramado, el coordinador de la bancada de Morena en el Senado anunció que esta semana presentará una iniciativa de ley para prohibir la publicidad en medios masivos (televisión, radio, cine, internet) de la comida chatarra. Al conocerse, los movimientos en los pasillos comenzaron y ahora se verá cómo se defienden los grandes corporativos.
Pese a la interactividad entre cabilderos y legisladores, esos no están obligados a informar sobre su relación con los negociadores, tanto las bancadas parlamentarias como los propios diputados y senadores niegan haber tenido contacto con el personal que defiende los intereses de los grandes corporativos de todos los sectores, principalmente, de la industria farmacéutica, alimentos chatarra, refresqueras, cerveceras y telecomunicaciones.
De este último sector, por ejemplo, en el 2006 se abrió un amplio expediente por las reformas a las leyes Federal de Telecomunicaciones y Federal de Radio y Televisión, conocidos popularmente como “Ley Televisa”, en febrero de ese año, el Senado aprobó enmiendas que abrieron la puerta a muchas prácticas que se habían considerado ilegales, como la concentración en una sola empresa de múltiples servicios: telefonía, televisión, cable, internet y telecomunicaciones, tal conjunción es posible debido a la convergencia tecnológica.
La Cámara Industrial líder que posiciona sus propuestas ante los gobiernos federal, estatal y municipal, así como con el Poder Legislativo, que finca su fortaleza en la vinculación, la inteligencia y el desarrollo empresarial”.
Página web de la Canacintra
Vinculación con instituciones de gobierno
En el interior de la bancada priista de esos años, había dos legisladores propietarios de estaciones de radio en Zacatecas y Campeche, la mayor controversia se registró a partir de que Telmex logró difundir contenidos televisivos por su red de cable; situación expresamente prohibida en el título de concesión que recibió en 1990, cuando la empresa pasó de ser estatal a sus manos privadas.
Leve rastro
El trabajo de cabildeo es una práctica común, que se basa en reglas y en algunos países existen legislaciones específicas. Sin embargo, en México es poco transparente y regulado su trabajo. Para 2015, en la LXIII Legislatura, se registraron 441 cabilderos: 212 personas físicas y 229 morales. Para 2017, la cifra bajó casi a la mitad, al registrarse 121 negociadores, 104 personas físicas y 117 morales.
Se trata, en algunos casos, de exfuncionarios empleados por las agencias de relaciones públicas y comunicación, que aprovechan sus relaciones para incidir en reformas y nuevas leyes, también abren sus propias agencias.
Los cabilderos, explicaron funcionarios consultados, emplean diversas estrategias, que van desde la identificación de actores clave, a quienes clasifican como aliados, detractores e indecisos; con quienes realizan dos niveles de contacto: formales en reuniones de trabajo e informales que son comidas, cenas o llamadas telefónicas. Acuden, de manera constante, a las audiencias en comisiones legislativas.
El dato. La figura de cabildero fue identificada en el Senado desde 1934.
Hechos los contactos, para promover su agenda temática suelen aportar investigaciones técnicas como análisis económicos, políticos y sociales; así como información privilegiada, en no pocos casos, ya elaboraron las iniciativas de manera total o parcial. Generan un ambiente propicio para que sus propuestas sean aceptadas, mediante la creación de opinión pública favorable por medio del trabajo en medios de comunicación (notas y columnas) y la búsqueda de avales y apoyos simbólicos con personalidades, y en casos extremos, hasta movilizaciones sociales.
No sólo los corporativos tienen su ejército de cabilderos, también hay organizaciones no gubernamentales y asociaciones civiles, sindicatos, cámaras industriales, y poco a poco se han ido integrando gobernadores y presidentes municipales.
En cuanto a las cámaras destaca el trabajo de los negociadores bajo el nombre de “enlace legislativo”, que cuentan con oficinas, personal capacitado y una agenda de seguimiento de la labor legislativa. Entre los organismos cupulares destacan con este modelo el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur), la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), y la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin).
De hecho, en su página web, la Canacintra destaca esta labor negociadora en el apartado de Misión/Visión:
“Visión… La Cámara Industrial líder que posiciona sus propuestas ante los gobiernos federal, estatal y municipal, así como con el Poder Legislativo, que finca su fortaleza en la vinculación, la inteligencia y el desarrollo empresarial, y cuenta con amplia gama de servicios de innovación que la ubica como referente en el diseño de políticas públicas y responsabilidad social empresarial”.
Gobernadores y ediles comenzaron a acudir a los servicios de agencias de relaciones públicas para la negociación de sus partidas presupuestales vía deuda pública, ello a raíz de las reformas aprobadas en 2014, en las que el Senado como la Secretaría de Hacienda, tendrán que avalar la contratación de empréstitos.