Hacer búsquedas en línea para evaluar la veracidad de la información no sólo puede salir mal y hacer que aumente la creencia en información errónea, sino que es muy probable que lo haga, sobre todo en ciertos grupos poblacionales.
La investigación científica que llegó a este sorprendente descubrimiento se publicó recientemente en la revista Nature, y partio de evaluar el impacto que tienen los resultados de los motores de búsqueda en sus usuarios; así, el equipo de investigadores encontró que los buscadores ofrecen información de menor calidad sobre todo a las personas que hacen búsquedas sobre los temas en que suele haber información falsa, mismas que suelen creen en la desinformación.
Para Kevin Aslett, profesor-investigador de la Universidad de Florida Central y autor principal del reporte de investigación, “lo que es más alarmante” es que eventualmente, para las personas que suelen buscar en temas de desinformación, ésta no sólo les aparece en grandes cantidades sino que “la información no creíble aparece en la parte superior de los resultados de búsqueda”.
Un factor determinante para los resultados de esta investigación, señala el equipo en el reporte, es que los participantes fueron completamente libres de buscar lo que quisieran; el equipo considera que no hacerlo así es la razón por la que otros estudios no habían mostrado este fenómeno con tanta claridad.
Estos resultados explican, por ejemplo, que “el movimiento QAnon recomiende que las personas ‘hagan la investigación’ por sí mismas, lo que parece una estrategia contraintuitiva para un movimiento orientado a las teorías de la conspiración”.
“Sin embargo, nuestros hallazgos sugieren que la estrategia de presionar a las personas para que verifiquen información de baja calidad en línea podría, paradójicamente, ser incluso más efectiva para desinformarlas”, escribieron los autores.
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