Buscan quitarle privilegio al SNTE

2 de Diciembre de 2024

Buscan quitarle privilegio al SNTE

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Autoridades modificarán un acuerdo de 1992 que empoderó a Elba Esther Gordillo y al sindicato

GABRIELA RIVERA | @gAbS_07

La Secretaría de Educación Pública (SEP) modificará el Acuerdo Nacional de Modernización de la Educación en 1992, que impulsó la entonces lideresa del magisterio, Elba Esther Gordillo, para descentralizar el sistema educativo y que contribuyó a aumentar el poderío el sindicato a lo largo de estos años.

La modificación o anulación de este acuerdo significaría una disminución de las ganancias que obtuvo el sindicato durante dos décadas gracias a las negociaciones de Gordillo Morales con el gobierno federal y con los estados.

El titular de la SEP, Emilio Chuayffet insistió en la necesidad de reformar la Ley General de Educación, la Ley de Coordinación Fiscal y el acuerdo, con el fin de que se pueda hacer cumplir la reforma educativa en todo el país.

El domingo 22 de febrero, el funcionario anunció que la dependencia a su cargo busca modificar la legislación en materia educativa, con el fin de que la autoridad federal pueda asumir el control de la educación en los estados donde éste se ha perdido. Durante una conferencia de prensa, señaló el caso específico de Oaxaca, donde no se cumple la ley.

El viernes siguiente, en la inauguración de la 36ª Reunión Nacional Plenaria Ordinaria del Consejo Nacional de Autoridades Educativas, el secretario anunció que ya habían iniciado los trabajos para la reforma de la legislación y del acuerdo.

“Hemos anunciado que con todos los estados habremos de abocarnos -de hecho ya empezamos con los documentos preliminares- a revisar la Ley General de Educación, la Ley de Coordinación Fiscal y también, en la parte educativa, por supuesto, el Acuerdo Nacional de Modernización de la Educación de 1992, que si tuvo sus bondades ciertamente, hoy parece que no nos permite resolver una serie de conflictos que todos tenemos”, dijo el funcionario.

El acuerdo se firmó hace 23 años por el entonces presidente de la República, Carlos Salinas de Gortari; el secretario de educación, Ernesto Zedillo; y la presidenta del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo Morales, así como con los 31 gobernadores del país.

Los objetivos del documento eran transferir la administración de los recursos destinados de educación básica, las normales y la Universidad Pedagógica Nacional a los gobiernos estatales, así como el impulso de un nuevo mapa curricular y un incremento a los días laborales en el calendario escolar.

Sin embargo, el gobierno negoció con la lideresa magisterial el apartado seis que habla sobre la revalorización de los maestros. En este punto, los gobiernos estatales aceptaron el reconocimiento del SNTE como el titular de las relaciones laborales de los trabajadores de la educación.

La administración de Salinas de Gortari también se comprometió a mejorar el salario de los docentes a través de la negociación salarial que hacen desde entonces el titular de la SEP y el dirigente sindical.

Sin embargo, el acuerdo abrió la puerta para que las secciones sindicales pudieran realizar una segunda negociación con las autoridades en las entidades, lo que permitió que los trabajadores lograran prestaciones adicionales, como el doble de días de aguinaldo y bonos anuales.

Aunado a eso, el acuerdo estableció la creación del programa de Carrera Magisterial, con el cual los profesores obtenían mejores salarios conforme a un esquema de estudio y evaluaciones; además de un programa de financiamiento para vivienda, que más tarde se convirtió en el Fideicomiso para el Financiamiento a la Vivienda para el Magisterio.

Más de dos décadas después y con una nueva modificación al artículo 3º constitucional, este acuerdo ha limitado la ejecución de la reforma y sus leyes reglamentarias, pues los docentes –sobre todo la disidencia- se han amparado en lo signado en este documento.

Sin embargo, Chuayffet insistió a lo largo de la semana anterior en la necesidad de reformar la ley y este acuerdo, que permita llevar a cabo el contenido de la reforma educativa, que no se ha podido implementar como estaba calendarizada y que ha encontrado a sus mayores opositores en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y que pertenece al sindicato.