Una red de bots y cuentas favorables al gobierno de Andrés Manuel López Obrador viralizó una serie de mensajes como parte de una estrategia digital para fortalecer la percepción negativa en torno a las protestas feministas en el país entre 2019 y 2020, así lo revela un nuevo estudio sobre la polarización en redes sociales contra las mujeres mexicanas.
El estudio, que analizó más de 24 mil tweets en un lapso de dos años, reveló que la conversación entorno a las protestas feministas se había contaminado por la polarización de mensajes promovidos de manera poco orgánica a través de etiquetas como “Ellas no me representan”, cuyo origen se puede rastrear hasta cuentas automatizadas que también promueven publicaciones en favor del gobierno actual.
›Una de las principales conclusiones de esta investigación es que, si bien la creación de mensajes y estrategias digitales para promover emociones no es exclusiva del actual gobierno federal, si “se ha escalado socialmente en las redes sociales a través de la polarización”, y agrega que en este caso se ha creado una “división entre nosotros y “ellas” (las feministas locas), que moviliza el odio, la vergüenza y el miedo”.
Los resultados de este análisis también comprueban que estos mensajes tuvieron como fin “disciplinar a las mujeres que protestan a través de la vergüenza y el miedo”, especialmente porque la mayoría de las publicaciones en redes sociales contenían amenazas de violencia sexual y feminicidio, mientras que otra parte ridiculizaba o exponía datos de las participantes.
Estos mensajes reforzaron una serie de estereotipos de género que posicionan a las manifestantes como “mujeres locas, emocionales, furiosas o animales”, algo que según los autores forma parte de una estrategia para polarizar la opinión pública y restar importancia a las demandas de estos colectivos.
De hecho, estos mensajes sirvieron para que la imagen de las mujeres que protestan por mejores condiciones de seguridad tuviera un cambio negativo en la opinión pública para considerarlas como personas “violentas, fuera de control y que necesitan ser disciplinadas incluso por la fuerza”, un discurso que favorece a la desigualdad de género en el país.
Los autores del estudio, Marcela Suarez Estrada, Yulissa Juarez y Carlos Piña-García, de la Universidad Veracruzana y la Universidad de Berlín, también destacan que estos mensajes crearon un sentimiento de polarización que ponía de un lado la rabia de las manifestantes por la violencia de género frente al odio que existe en contra de los movimientos feministas, lo que permitió dividir a la sociedad en un tema en el que debería existir consenso absoluto.