Johnson asume ‘responsabilidad’ del revés electoral
Dos años después de su histórica victoria con la promesa de sacar al Reino Unido de la Unión Europea, el final de 2021 se convierte en pesadilla para el líder conservador
Envuelto en una serie de escándalos, el primer ministro británico Boris Johnson, dijo este viernes que asumía la responsabilidad de la derrota de su partido conservador en una elección local, que lo fragiliza aún más en pleno resurgimiento de la Covid-19.
Dos años después de su histórica victoria con la promesa de sacar al Reino Unido de la Unión Europea, el final de 2021 se convierte en pesadilla para el líder conservador.
Hasta hacía poco,
Johnson
gozaba de una gran popularidad, cuestionada actualmente por su propio bando en el Parlamento
tras
varios escándalos, una inflación galopante y un aumento exponencial de los contagios de la Covid-19 por la variante Ómicron.
A la lista se suma el duro revés electoral sufrido por el Partido Conservador en una elección parcial celebrada en la circunscripción rural de North Shropshire el jueves. Siempre controlada por su partido, la circunscripción cayó esta vez a manos del Partido Liberaldemócrata, con un 47 por ciento de los votos.
Helen Morgan, la candidata ganadora, afirmó
tras
su victoria que los electores habían enviado un mensaje “alto y claro” a
Johnson
de que “la partida se ha acabado”.
El primer ministro reaccionó y dijo que “con toda humildad”, tenía que “aceptar este veredicto”.
“Soy responsable de todo lo que hace el gobierno y por supuesto asumo la
responsabilidad
personal”, dijo
Johnson. “Entiendo perfectamente por qué la gente se siente frustrada”, añadió.
El revés
electoral
sufrido por el líder conservador, de 57 años, refleja la exasperación popular, señalan los propios miembros del
partido.
“Los electores del North Shropshire se hartaron”, reconoció en SkyNews el presidente del
Partido
Conservador, Oliver Dowden. “Creo que querían enviarnos un mensaje y (...) lo entendimos”, añadió.
De acuerdo al diario conservador The Daily Telegraph, la derrota del Partido Conservador en una circunscripción que mantuvo durante casi 200 años es una “humillación” para el primer ministro.
Por su parte, el diario de izquierdas The Guardian señaló que “el calamitoso colapso del apoyo a los conservadores (...) asustará a muchos diputados conservadores y es probable que plantee preguntas sobre el futuro de Johnson”.
¿Moción de censura?
Aunque pocos representantes manifestaron hasta ahora que apoyarían la medida, la posibilidad de una moción de censura contra el primer ministro ya no es un tabú.
De hecho, ya se barajan nombres para sustituirle, como el de la ministra de Relaciones Exteriores, Liz Truss o del ministro de Finanzas, Rishi Sunak.
Porque además del revés
electoral, el primer ministro se vio salpicado por una serie de escándalos.
Su popularidad cayó en picada
tras
la revelación de una serie de fiestas en Downing Street, la sede del gobierno, durante el invierno de 2020, cuando los británicos estaban sometidos a fuertes restricciones para combatir la pandemia de coronavirus.
Hasta el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, se mostró “decepcionado” y pidió que todo el mundo cumpliera con las normas.
El jueves, además, los diarios The Guardian y The Independent revelaron que Boris
Johnson
participó a una fiesta en Downing Street, la sede del gobierno, el 15 de mayo de 2020, también en medio de fuertes restricciones sanitarias.
Dowden, el presidente de los conservadores, justificó el viernes que se trataba de una “reunión” que se desarrolló en el jardín para limitar los riesgos de contagio por la Covid-19. “Creo que era perfectamente apropiado y razonable”, afirmó.
Sin embargo, las revelaciones ponen en duda el liderazgo de
Johnson
en un momento en que el Reino Unido se enfrenta, señala el gobierno, a un “maremoto” de infecciones por la variante Ómicron. Desde el inicio de la pandemia, el país registró casi 147mil muertes.
Cada vez más debilitado políticamente,
Johnson
trató de defender nuevas medidas anticovid el miércoles en el Parlamento, pero 99 de los 361 diputados de su propio
partido
se opusieron a la aplicación de pasaportes sanitarios para entrar en eventos multitudinarios.
Finalmente, la medida fue adoptada gracias al apoyo de la oposición laborista, pero fue la mayor rebelión que sufrió
Johnson
desde su llegada al poder en 2019.
A nivel de
partido, solo la ex primera ministra Theresa May había conocido una situación peor que la de
Johnson: víctima de una creciente rebelión en aquel mismo año por su acuerdo de Brexit, acabó dimitiendo
tras
una moción de censura interna.
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