Con vientos máximos sostenidos de 185 kilómetros por hora, el huracán “Bonnie” alcanzó la categoría 3 en la escala de Saffir-Simpson y continuará provocando fuertes lluvias en los estados de Michoacán, Jalisco, Colima y Guerrero, indicó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
Al dejar atrás las costas de Oaxaca, “Bonnie” se dirige hacia el oeste sobre el Océano Pacífico, donde se espera que a partir del jueves próximo comience a presentar un debilitamiento gradual, según información del Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos.
“Bonnie”, el tercer huracán de la temporada 2022 en el Pacífico mexicano dejó daños materiales considerables por su paso en Centroamérica y el sur de México, además de tres personas muertas en Nicaragua y El Salvador, así como cientos de damnificados a consecuencia de inundaciones, cortes de electricidad, caída de árboles y desbordamiento de ríos.
Pese a que su trayectoria indica su alejamiento de las costas mexicanas, la Conagua y el SMN pidieron a la población estar atentos a la información oficial respecto a posibles lluvias torrenciales en los próximos días, hasta que Bonnie se degrade a tormenta tropical, el cual está previsto que suceda el domingo próximo.
¿Cuándo dejará de llover en México?
De acuerdo con la Coordinación Nacional de Protección Civil, el huracán “Bonnie” se encuentra a 350 kilómetros al sur-suroeste de Punta Sal Telmo, Michoacán, y avanza a una velocidad aproximada de 22 kilómetros por hora, no obstante, sus efectos continuarán sintiéndose en gran parte del territorio nacional.
La zona más afectada será la costa del Pacífico y la península de Baja California, aunque para la tarde de este martes se pronostican lluvias de moderadas a intensas en varias zonas de la Ciudad de México, Estado de México, Puebla y Veracruz.
Dada su trayectoria y el debilitamiento gradual que se pronostica para los próximos días, el SMN prevé que la intensidad de las lluvias en el territorio nacional descienda a partir del jueves y hasta el domingo, sin embargo, se recomienda estar atentos a su evolución, pues sigue provocando rachas de viento superiores a los 220 kilómetros por hora, y a las indicaciones de las autoridades, sobre todo en zonas de peligro, como comunidades cercanas a ríos, posibles deslaves o inundaciones. EJ
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