“Bomb the mexicans”, la arenga de moda en EU
Desde el expresidente Trump hasta senadores republicanos, la retórica de una intervención militar en México toma fuerza en un contexto previo a las campañas presidenciales
Lo que fue una idea comunicada en privado por el entonces presidente Donald Trump, se ha convertido en una herramienta política y de polarización en Estados Unidos. Se trata de las intenciones de utilizar al ejército estadounidense para destruir los laboratorios y alcance de las organizaciones criminales mexicanas, que han dejado miles de muertos y adictos al fentanilo en ese país.
Desde el momento en que se dio a conocer, la idea ha permanecido latente entre los políticos más conservadores, y el hecho de que el presidente Joe Biden no la implemente, les ha dado más poder. Uno de los más férreos defensores de la idea de atacar directamente a los cárteles mexicanos es el gobernador de Florida, Ron DeSantis, que recientemente develó sus intenciones de competir por la presidencia en 2024. “Si el gobierno mexicano no hace algo para detener los precursores químicos de las drogas que pasan por los puertos mexicanos y llegan a manos de los cárteles, enviaremos a la Guardia Costera y la Marina”, se puede leer en su página oficial.
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A las ideas de DeSantis se le han unido los representantes Dan Crenshaw (Texas) y Michael Waltz (Florida), quienes a inicio de año presentaron una iniciativa a favor del uso de la fuerza militar contra nueve organizaciones narcotraficantes mexicanas señaladas de alimentar la crisis del fentanilo.
Asimismo, James David Vance, senador de Ohio, ha dejado claras sus intenciones de apoyar a un presidente —sin importar su partido— que elimine la amenaza de los cárteles mexicanos por medio del ejército estadounidense.
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“Quiero empoderar al presidente de los Estados Unidos, ya sea demócrata o republicano, para que use el poder de las fuerzas armadas para perseguir a estos cárteles de la droga”, señaló en una entrevista para NBC. “El problema del fentanilo es malo ahora, ¿qué pasará dentro de tres años, cuando los cárteles mexicanos de la droga sean más poderosos que el propio estado mexicano?”, fueron sus palabras.
Estas posturas también son alimentadas con la postura del gobierno mexicano. La política de “abrazos, no balazos” de Andrés Manuel López Obrador es considerada por los republicanos, como inacción ante la amenaza del fentanilo, y aunque parte del problema radica también en el tráfico de armas de Estados Unidos hacia México, la propuesta, en un contexto previo a las elecciones presidenciales, toma cada vez más fuerza, aumentando también la polarización.
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