El hermetismo de Jair Bolsonaro terminó. Después de dos días de no pronunciarse públicamente sobre los resultados que le dieron la victoria a su rival Luiz Inácio Lula da Silva, y de que sus seguidores aumentaran las protestas con el cierre de las principales vialidades en 23 de los 27 estados, el actual presidente aseguró que permitirá la transición, aunque en ningún momento reconoció el triunfo de su contendiente.
Vestido con un traje sobrio, el derechista comenzó agradeciendo a los 58 millones de ciudadanos que le dieron su voto. “Siempre fui catalogado como antidemocrático y, al contrario de mis acusadores, siempre actué dentro de la Constitución. Mientras sea presidente de la República y ciudadano, continuaré cumpliendo todos los mandamientos de la Constitución”, fue parte del discurso con el que el derechista dejó ver la posibilidad de una transición pacífica, toda vez que también se refirió a las recientes protestas de sus seguidores, a quienes les pidió que no fueran violentos. “Nuestros métodos no pueden ser los mismos de la izquierda, que siempre perjudican a la población”, señaló.
Tras finalizar su breve mensaje, Ciro Nogueira, ministro de la Casa Civil de Brasil, tomó la palabra para reafirmar que el gobierno permitirá la transición. “Cuando se convoque con base en la ley, vamos a iniciar el proceso y la transición. Esperaremos a que esto se formalice para cumplir”, fueron sus palabras.
El pronunciamiento coincide con el segundo día de bloqueos de carreteras de manifestantes bolsonaristas en todo el país para protestar contra el resultado electoral. Este martes, la policía dispersó más de 300 actos, aunque todavía permanecían más de 200 puntos de bloqueo activos, según el balance de las autoridades el martes.
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