El presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció que la boda entre Santiago Nieto y la consejera electoral Carla Humphrey se trató de un “escándalo que perjudicaba la imagen del gobierno, la transformación del país” y por esa razón avaló la decisión del ahora exfuncionario de presentar su renuncia como titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF).
“Santiago Nieto es un abogado profesional, recto, le tenemos mucho respeto, pero no podemos tolerar ningún acto de extravagancias, ningún acto que vaya en contra de la austeridad republicana”, acusó el mandatario quien el lunes decidió nombrar al exdiputado de Morena Pablo Gómez Álvarez como nuevo encargado de la unidad encargada del combate al lavado de dinero y operaciones financieras sospechosas.
Al reconocer a Santiago Nieto como un abogado profesional, recto al que “le tenemos mucho respeto”, el mandatario no descartó la posibilidad de que regresara a trabajar en el gobierno, pero dejo entrever que tendría que haber una especie de consenso y que habría que pasar un tiempo para que esa posibilidad se hiciera realidad.
“Sí, no descartamos esa posibilidad -que Nieto regrese al gobierno-, pero tiene que pasar algún tiempo, y tenemos que escuchar más a la gente sobre esto, que la gente opine”, apuntó el mandatario durante la conferencia mañanera que este jueves llevó a cabo desde Colima.
Sin embargo, reiteró que la salida del también exfiscal electoral de la UIF se debió “porque él mismo presentó su renuncia, entendiendo de que era un escándalo que perjudicaba la imagen del gobierno, la transformación del país”.
Finalmente, el mandatario reconoció que la decisión que tomó Nieto Castillo por dimitir de su encargo se trató de un hecho que generó opiniones encontradas, y aunque reconoció que era importante el debate y las distintas posturas que se generaron en torno a su relevo, advirtió que “nosotros no podemos tolerar nada que afecte la transformación de país”.