Por segunda ocasión una marcha feminista en Acapulco fue integrada por el bloque negro de mujeres que protegieron a quienes radicalizaron la protesta interviniendo un monumento a Gandhi y negocios como el restaurante de Kentucky ubicados sobre la avenida Costera de Acapulco.
A las cuatro de la tarde de ayer martes, un contingente de unas mil mujeres marcharon sobre esta avenida, partiendo del monumento a la Diana cazadora con rumbo al Asta Bandera. Durante la caminata, la avenida se inundó de consignas como “el que no brinque es macho”, “porque vivas se las llevaron, vivas las queremos”, “mujer si te pega no te ama”.
Madres mayores ocuparon este espacio para repartir copias de las alertas Amber y Alba a los transeúntes. 33 mujeres contabilizó el contingente desaparecidas en el periodo 2019-2022 entre ellas, Mariane Navarrete Basilio, desparecida en Tixtil el 15 noviembre 2020, a los 22 años o Martina Bello Morales desaparecida en Ocotequila, municipio de Copanatoyac, el 26 de febrero de 2022 con 20 años de edad.
Conforme avanzó el contingente, las feministas intervinieron un local de Telcel cerca de la plaza Acapulco antes Gran Plaza, en tanto que el bloque negro impedía que medios de comunicación tomaran imágenes haciendo un círculo con pancartas y lonas al rededor. Las banderas negras con el logo anarquista tomaron presencia al frente del contingente.
La marcha se dividió a la cabeza por el bloque negro, madres e infancias y el resto de mujeres. Mientras que las niñas pidieron “una lucha hoy para existir mañana” , “no voy a crecer con miedo”, el contingente de madres gritó “calladita no me veo bonita”, “una falda no es una invitación”, “marchó porque hoy estoy viva y no se hasta cuándo”, “soy la futura abogada que lucha por los derechos de las mujeres”, “si criminalizas mi lucha y no a mí agresor eres parte del problema”.
Vinieron más intervenciones a espacios privados como un edificio en renta que anteriormente era un Blockbuster, también llegó al final la intervención de la entrada del recién inaugurado Parque Papagayo apenas el 18 de febrero.
Al llegar al Asta Bandera frente al parque Papagayo, las mujeres se dividieron en dos grupos, uno para radicalizar la entrada del recién inaugurado parque, el otro contingente exigió al gobierno del estado que escuchen las voces de mujeres y niñas de pueblos originarios, mestizas y comunidades afromexicanas que se oponen a la compra venta de niñas bajo el escudo de usos y costumbres.
Llamaron a los tres órdenes de gobierno a que escuchen las voces de mujeres y niñas de pueblos originarios, mestizas y comunidades afromexicanas que se oponen a la compra venta de niñas bajo el escudo de usos y costumbres en las regiones de la Montaña y Consta Chica.
Las feministas insistieron en que no se han atendido las dos solicitudes de Alerta de Violencia de Género contra Mujeres, la primera por violencia feminicida emitida en 2007 y la segunda Alerta, declarada en junio del 2020 por agravio comparado, no ha tenido respuesta en absoluto.
Al finalizar la manifestación, las feministas convocaron a ‘quemar en hoguera’ un dibujo, carta o fotografía de su agresor, a llevar un peluche o juguete para “sanar a su niña interior” tal mismo tiempo, colocaron las cruces rosas, veladoras y una carta dedicada a las mujeres asesinadas.
ES DE INTERÉS |