Al mismo tiempo que Estados Unidos celebraba el Black Friday, los mercados globales tuvieron un “viernes negro” provocado por la incertidumbre y temor ante los efectos económicos negativos que pueda causar Ómicron, la nueva variante del virus que causa la Covid-19.
En México, el ya debilitado peso tuvo una sesión bajo presión. El dólar alcanzó un nuevo máximo de 13 meses y registró los 22.15 pesos, una caída de 2.75%. El Banco de México reportó un cierre de 21.8335 pesos, una depreciación de 1.28%, o 28 centavos, respecto al cierre de ayer.
El mercado bursátil mexicano cerró con un fuerte descalabro de 2.48%, al perder mil 257.67 unidades, y rompió el piso de los 50 mil puntos, para ubicarse en los 49 mil 367.33 enteros, su nivel más bajo en cuatro meses.
Estas depreciaciones en los activos financieros del país tuvieron un mayor impacto, ya que se encontraban sensibles por las decisiones en días pasados de retirar la nominación de Arturo Herrera como titular del Banco de México y proponer en su lugar a la subsecretaría de Finanzas de Hacienda, Victoria Rodríguez Ceja, en un mercado que requiere y exige estabilidad y confianza.
En Nueva York, todos sus índices accionarios cerraron en rojo. El industrial Dow Jones con una pérdida de 905 puntos, o 2.53%; el Standard & Poor’s 500 lo hizo con una baja de 2.27%, o 107 unidades.
En tanto, la mayor bolsa de tecnología en el mundo, el Nasdaq, terminó cediendo ante la incertidumbre, un 2.23%, o 354 puntos. En los tres casos, al igual que la Bolsa Mexicana de Valores se regresaron a niveles de mediados de julio.
Ómicron, como se le denominó a la nueva variante del virus SARS-CoV-2, ha puesto en alerta a los países. En el caso de Reino Unido y Estados Unidos, ya hicieron pronunciamientos para cerrar las fronteras a algunos países provenientes de África y otros que los exponen a olas de contagio.
Los indicadores accionarios de Europa, todos en declive. El Ibex de España cedió 4.5%, en Alemania el Dax tuvo una caída de 4.15%, mientras que Italia y Francia sus índices superaban el 3 por ciento.
Los precios del petróleo acabaron con fuertes perdidas, que fueron lideradas por el West Texas intermediate (WTI), producto operado en Nueva York que terminó con una caída de 13%, o de 10.22 dólares, por lo que descendió a los 68.17 dólares por barril, su menor nivel desde principios de septiembre.
En tanto el operado en Londres cedió 9.31 dólares, o un 11.32 por ciento; asimismo, el precio de la gasolina negociada en la plaza de Nueva York descendió 12.42%, con lo que se vende en 2.03 dólares el galón, el menor precio en tres meses.
Los precios de los combustibles reaccionaron ante una probable caída en la demanda de petróleo para cerrar el año, por lo que los inversionistas vendieron posiciones.