Impuesto mínimo global, como anillo al dedo

26 de Noviembre de 2024

Hannia Novell

Impuesto mínimo global, como anillo al dedo

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Los grandes emporios tecnológicos mundiales podrían salvar las finanzas de los países afectados por el impacto económico del coronavirus.

Apple, Amazon, Facebook y Google, entre otros, integran el universo de las grandes empresas multinacionales que deberán pagar un impuesto corporativo mínimo global en los países donde venden productos y servicios, donde obtienen ingresos superiores a los 20 mil millones de pesos.

Hace unos días, los ministros de finanzas y banqueros de los países miembros del G-20 alcanzaron grandes avances en el camino hacia la imposición de un impuesto a las multinacionales, con el propósito de acabar con el “dumping fiscal”.

Se trata de recuperar terreno frente a aquellos territorios, conocidos como paraísos fiscales, que desde hace décadas consiguen ganancias extraordinarias al aplicar deducciones de impuestos o bonificaciones fiscales a personas o a empresas, generando una competencia desleal.

De tal forma que los países donde las empresas transnacionales generan actividad o servicios también formen parte de la base gravable y reciban el pago de impuestos, sin que los emporios de la tecnología utilicen la vieja excusa de que la base de su actividad comercial, la realizan en otras latitudes.

Aún es largo el camino por el que deberá transitar esta iniciativa, pero si las cosas marchan como hasta ahora, el G-20 tendría un acuerdo final en octubre de este año y el Congreso mexicano, específicamente la Cámara de Diputados, aprobaría las nuevas reglas que deberán cumplir las empresas transnacionales en 2022.

No obstante, el todavía titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Arturo Herrera, ya anticipa el apoyo de los legisladores. “Creo que para nosotros esto es algo que debería ir sin problemas, porque va a ser una entrada neta de impuestos”.

¡Y cómo no! Estimaciones oficiales calculan que, si la tasa mínima global queda en 15 por ciento, las ganancias serían de al menos 500 mil millones de dólares, lo que representaría una entrada directa a las arcas nacionales de alrededor de 30 mil millones de pesos.

Quienes no deben estar contentos son los directores ejecutivos de los gigantes de la tecnología, los famosos CEOs de Apple, Tim Cook; Microsoft, Bill Gates; Facebook, Mark Zuckerberg; y Larry Page, de Google, entre otros, quienes durante décadas han aprovechado que muchas de sus actividades están dispersas en diferentes regiones y no queda claro en dónde generan sus ingresos y sus millonarias utilidades.

Si se cumplen los pronósticos y las ganancias impositivas del Gobierno de México crecen lo esperado, el impuesto mínimo global le caerá como anillo al dedo al presidente Andrés Manuel López Obrador, quien contará con recursos extraordinarios para la segunda parte de su sexenio.

Sin importar colores ni siglas partidistas, los representantes populares de Morena y sus aliados, así como los integrantes del bloque opositor, deben actuar con plena responsabilidad y sensatez, a fin de evitar el derroche de recursos públicos en obras faraónicas sin futuro, que se convierten en enormes elefantes blancos.

Y ya veremos si es verdad que Rogelio Ramírez de la O, quien en unas semanas más tomará oficialmente el mando de la Secretaría de Hacienda, es un hombre que mira el manejo de la economía con un sentido humano, como lo describió el presidente.

Lo deseable es que la propuesta inicial del Gobierno considere prioritaria la recuperación del empleo y el apuntalamiento de las pequeñas empresas familiares, para aliviar los efectos del Covid-19. Al tiempo.

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