Faltan dos días para que Joe Biden reciba el cargo presidencial, pero ya está listo para firmar los decretos que revertirán las políticas migratorias que ha impuesto Donald Trump.
Con una caravana de cerca de 9 mil centroamericanos dispuestos a entrar a Estados Unidos y una severa crisis económica y de salud, el presidente electo ha prometido emitir alternativas de ciudadanía a los 11 millones de indocumentados en Estados Unidos y apoyar a la comunidad migrante que busca el ingreso.
La política de “tolerancia cero” que llevó a la separación de miles de familias en la frontera es uno de los principales objetivos del demócrata, que planea reunir a los más de 600 menores que permanecen separados de sus familias desde 2018. Junto a este plan, el decreto que obligaba a los solicitantes a esperar su ingreso al país en suelo mexicano será revertido.
Esta política no sólo representa una esperanza para los migrantes a la espera de ingresar al país, sino a la comunidad latina residente en Estados Unidos, ya que también se esperan facilidades de ciudadanía para los cerca de 57 mil dreamers, que si bien no son considerados ilegales, no cuentan con todos los derechos de un estadounidense.
De igual forma, se revertirá el veto a refugiados e inmigrantes provenientes de países musulmanes o en conflicto que fue aprobado por Trump en 2017. Más allá de las personas de Oriente Medio, una resolución así también podría favorecer a las provenientes de Venezuela, un país que también ha recibido sanciones de la actual administración presidencial.
Los planes del demócrata también incluyen volver a formar parte del Acuerdo de París para combatir el cambio climático y hacer obligatorio el uso de mascarillas en todas las oficinas del gobierno. De esta forma, Biden traza una línea opuesta a los ideales de Trump, de la cual dará más detalles a partir del día de mañana.