Biden corrige a AMLO; ignora sus propuestas

12 de Noviembre de 2024

Biden corrige a AMLO; ignora sus propuestas

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El jefe de la Casa Blanca refuta el diagnóstico económico del Presidente mexicanoGabriela Soto

En su gira de trabajo por Washington, el presidente Andrés Manuel López Obrador fue desairado por su homólogo estadounidense, Joe Biden, con una agenda que consistió en un encuentro con la vicepresidenta Kamala Harris y con él, quien sólo le dedicó alrededor de dos horas.

Después del discurso de 31 minutos que ofreció López Obrador en la Oficina Oval de la Casa Blanca, Biden lo corrigió en los temas de migración y económicos, y le reviró que el flujo de personas migrantes fue abordado en la Cumbre de las Américas.

Le aclaró que China no es la “fábrica del mundo”, como dijo, sino que Estados Unidos es el mayor productor agrícola.

“Biden lo corrigió. Le dijo que era el país que tiene más crecimiento económico, menos inflación, más productos agrícolas”, detalló el analista político Fausto Pretelín.

Los cinco puntos planteados por López Obrador en la reunión, como el abasto de combustibles en la zona fronteriza y gas natural, las medidas arancelarias a alimentos y bienes, inversión pública y privada, —que forman parte del T-MEC—, también fueron ignorados por Biden, quien se limitó a decir que revisarían las propuestas.

Tan sólo garantizar el suministro de gasolina en la frontera norte para los ciudadanos estadounidenses, implicaría destinar la mitad de la producción de Deer Park a esta zona

Sentado, apoltronado, al lado del presidente estadounidense Joe Biden en la Oficina Oval de la Casa Blanca, el mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador dejó el discurso retador de los últimos meses, aunque se negó abandonar su narrativa tradicional populista y lanzó propuestas que fueron ignoradas.

Previamente, se reunió con la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, con quien siguió el protocolo y habló de los temas pactados. Sin novedades, sin ningún anuncio de avance en temas prioritarios, como la migración, seguridad binacional o intercambio económico. Sólo amabilidad.

La gira de trabajo en Washington es una “visita un poco forzada para demostrar en la opinión pública que hay buena relación entre México y Estados Unidos”, en cuya agenda de trabajo no hay temas estratégicos a tratar, explicó el analista político Fausto Pretelín.

Y así fue. El presidente Biden, tras
reunirse durante 46 minutos con López Obrador, continuó con su agenda de trabajo, enfocada en su gira geoestratégica por Arabia Saudita e Israel.

Los medios estadounidenses hasta la tarde no concedieron espacios importantes del encuentro entre ambos mandatarios, y López Obrador rellenó los espacios vacíos de su agenda de trabajo visitando los monumentos a Franklin D. Roosevelt y Martin Luther King Jr., y conociendo la biblioteca del Congreso estadounidense.

Y, para mañana, sólo tiene previsto reunirse con empresarios mexicanos y estadounidenses, sin la presencia de Biden o algún representante de la Casa Blanca. Tampoco tiene agendado algún encuentro con organizaciones civiles o con otros políticos.

Es la segunda visita del Presidente mexicano a Estados Unidos en la gestión de Biden. Es también la segunda ocasión que se reúne con Kamala Harris. Pero en esta ocasión sí fue necesario aclarar que la relación entre ambos mandatarios es cordial.

Biden negó tensión en su vínculo con López Obrador y expresó que tienen “una relación muy sólida”, “somos amigos”. Pero dicha amistad no se reflejó en la suscripción de algún acuerdo bilateral o en el anuncio de compromisos.

Y es que esta visita ocurre a tan sólo un mes de que López Obrador intentara boicotear la Cumbre de las Américas celebrada en Los Ángeles, y los constantes ataques contra el gobierno estadounidense desde las conferencias matutinas.

Fallas de asesoría

La visita de López Obrador no fue celebrada por todos los políticos. Ocho senadores estadounidenses, liderados por uno de los mayores críticos del Presidente mexicano, Bob Menéndez, presentaron una resolución que condena los altos niveles de violencia contra periodistas de México.

Para Pretelín, el encuentro demostró que el Presidente de México no tiene grandes asesores en política exterior ni económica.

“El presidente Biden le revira en varias ocasiones, particularmente en la parte económica. El Presidente de México llegó con una idea de un escenario medio apocalíptico respecto a lo que ocurre en Estados Unidos y el presidente Biden lo corrigió, le dijo que era el país que tiene más crecimiento económico, menos inflación, más productos agrícolas, es decir, sí veo que hay un desconocimiento o, de manera involuntaria, una idea absurda donde un planteamiento equivocado por parte del Presidente de México”, explicó.

El analista político calificó el encuentro como una “rompe-mañaneras” porque López Obrador dejó de lado su discurso retador: no habló del representante de Wikileaks, Julian Assange; o de la Estatua de la Libertad, como lo hizo en la última semana.

“Quizá el presidente Biden se aburrió un poco al principio cuando el Presidente de México viaja hacia la época de Lázaro Cárdenas… le gusta mucho viajar hacia el pasado y no le gusta ir hacia el futuro, el presidente Biden, pese a su edad, le hubiera gustado escuchar un poco más de la realidad”, dijo.

En su largo discurso de 31 minutos —a diferencia de Biden que duró 9 minutos—, López Obrador habló de la necesidad de garantizar el abasto de gasolina en la frontera norte para los ciudadanos estadounidenses, lo que implicaría que la mitad de la producción de Deer Park se destinara a esta zona y tendría un costo diario de 32 millones de pesos para el gobierno mexicano.

Los cinco puntos planteados por López Obrador en la reunión, como el abasto de combustibles y gas natural, las medidas arancelarias a alimentos y bienes, inversión pública y privada, son temas abordados en el T-MEC, nada nuevo, aclaró Pretelín.