La palabra desayuno significa “romper con el ayuno”, desde que existe esta palabra se sabe de la importancia del primer alimento del día. Entonces, ¿por qué está de moda el ayuno intermitente, en el que a veces no puedes desayunar hasta pasadas las 12 del día? Varios sitios web y muchos bloggers defienden su plan de ayuno intermitente como el mejor de todos para perder grasa. Las variaciones incluyen: ayuno durante todo el día, cada tercer día; dos veces por semana; una vez por semana o una vez cada dos semanas. Algunos sugieren no desayunar o no cenar, mientras que otros recomiendan “comer solo cuando tengas hambre” o “no comer cuando no tengas hambre”. Los seguidores de las dietas más estrictas como el ayuno de 24 horas por un periodo de días, es demasiado largo para aguantar y muchos se quejan de un aumento significativo de hambre crónico y un deseo insoportable de comer durante el día de ayuno. Un ayuno nunca debe de sobrepasar las 18 horas, pues cualquier cosa más allá de eso puede poner a tu cuerpo en un estado de inanición catabólico que, si se vuelve crónico, puede causar enfermedades y síntomas tales como hipotiroidismo, disminución de las hormonas sexuales, pérdida de masa muscular, así como reducción de la energía. Por lo tanto, el mejor ayuno intermitente que puedes hacer es cenar a la misma hora que desayunas, para tener una ventana de 12 horas de comida y 12 sin comer. Siempre y cuando tu periodo de descanso sea de 8 horas dormido, pues si sueles despertarte muy temprano y acostarte muy tarde, entonces este tipo de dieta no es la indicada para ti. Lo mejor que puedes consumir para romper el ayuno es un desayuno completo y balanceado que contenga grasas buenas como: yema de huevo o el aguacate; proteína (huevo, pollo, pechuga de pavo), además de una fuente de carbohidratos como la fruta entera o un poco de cereales integrales. Científicos confirman que el típico desayuno alto en carbohidratos tiende a aumentar el almacenamiento de grasa, el peso corporal, aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y la salud a largo plazo. Otras personas prefieren no cenar para cumplir con más horas de ayuno. Si desayunas muy tarde y no cenas, al día siguiente no vas a poder controlar tu ansiedad por consumir carbohidratos o grasas en la noche y puede que ataques tu refrigerador. El enfoque de no cenar va en contra del reloj innato de tu cuerpo. Este régimen puede causar trastornos del sueño y efectos secundarios similares que un ayuno mal manejado. Es importante cenar alimentos saludables, pero tampoco hacerlo justo antes de dormir ni con muchas grasas o irritantes, lo más recomendable es cenar dos o tres horas antes de acostarte para darle tiempo a tu cuerpo de asimilar los alimentos, evitar reflujos y metabolizar bien los nutrientes para mantener buenos niveles de energía al dormir, pues tu cerebro nunca descansa y necesita energía para conseguir un buen sueño reparador. Recuerda que cualquier tipo de dieta debe ser supervisada por un especialista. Si padeces de enfermedades como hipoglucemia, diabetes o si eres menor de edad, evita este tipo de ayunos y consulta siempre a tu médico.