El Aloe Vera se ha utilizado desde hace más de tres mil años. La parte que más se usa es el gel, el cual se ha empleado como un producto dermatológico y es muy benéfico para la piel, pues cura quemaduras, disminuye la aparición de arrugas y hasta es una bebida rica en antioxidantes que protegen las células de tu piel del daño causado por los radicales libres y previene la aparición de arrugas en la piel, además de que es un excelente complemento alimenticio. Además de todos estos beneficios, el aloe vera mejora tu digestión, pues contiene enzimas pancreáticas como la amilasa y lipasa que ayudan a metabolizar mejor las grasas y así mejorar la digestión. Por si fuera poco, si sufres de gastritis, el aloe ayuda a controlar la acidez del estómago. También contiene prebióticos que funcionan como alimento para los probióticos (bacterias buenas) de tus intestinos y también mejora casos de colitis. También mejora tu sistema cardiovascular, pues es una rica fuente de compuestos vegetales llamados fitoesteroles que disminuyen los niveles de grasas malas en la sangre , ayudando a la salud de tu corazón. Además, disminuye la glucosa en sangre.