El excapitán de la selección inglesa David Beckham develará este lunes un equipo de fútbol de la Major League Soccer (MLS) en Miami, luego de cuatro años de obstáculos burocráticos y de la fiera oposición de los vecinos al proyecto de estadio en el centro de la ciudad. El viernes pasado, la MLS informó que hará “un anuncio importante sobre el futuro del equipo de fútbol en Miami” e invitó al público general a asistir al evento. “No creo que sea un anuncio del nombre, no creo que sea tampoco un anuncio del lugar (donde se emplazará el estadio)”, dijo el alcalde de Miami Francis Suárez al canal local CBS. Se espera que el 25o equipo de la MLS empiece a jugar en 2020 en un estadio de 25.000 asientos en el empobrecido vecindario de Overtown, entre Downtown y la Pequeña Habana. Esta histórica zona, de población mayoritariamente negra, ya fue irremediablemente dividida por una red de autopistas en los años ’60 y ahora sus vecinos temen otro golpe: el inevitable aburguesamiento que vendrá con el estadio, además del previsible caos vehicular porque el proyecto no contempla estacionamientos. Beckham anunció en febrero de 2014 su intención de comprar una franquicia de la MLS para Miami, que gracias a los términos de su contrato con Los Angeles Galaxy podía adquirir a un precio reducido (25 millones). Desde entonces el proyecto ha sido postergado por las dificultades de encontrar el lugar adecuado para el estadio. Estos mismos obstáculos ya hicieron fracasar en el pasado los esfuerzos de tener un equipo de la MLS en una ciudad tan hispana, a pesar de que sería lógico esperar que el fútbol tenga una buena recepción aquí. El Miami Fusion, con el colombiano Carlos Valderrama como estrella, acabó jugando en Fort Lauderdale, al norte de Miami, y tuvo una corta vida (de 1997 a 2002) debido a la mínima concurrencia que atraía.
No repetir errores
Beckham y sus socios, convencidos de que no repetirán este error, han insistido en ubicar el estadio en el centro de Miami, entre el America Airlines Arena, casa de los Heat de la NBA, y el estadio de béisbol Marlins Park. “Siempre creí en este proyecto. Esa es la razón por la cual nunca me rendí", dijo Beckham a CBS el domingo por la noche. “Sabía que Miami era la ciudad. Sabía que esto iba a ser especial”. El año pasado, el equipo estuvo cerca de asegurarse la compra por 9 millones de dólares de un terreno en Overtown, pero la venta fue obstaculizada por una demanda del millonario Bruce Matheson, quien ya evitó en el pasado la expansión de un estadio de tenis en un parque público en Key Biscayne. Matheson perdió la primera ronda, pero está apelando y la conclusión demorará unos meses. El comisionado de la MLS, Don Garber, dijo el mes pasado que el proyecto de la franquicia de Miami era “la situación más complicada que hayamos experimentado en cualquier mercado”, debido a la estructura política de Miami y su dinámico mercado inmobiliario. Pero en diciembre se incorporaron al proyecto los hermanos Jorge y José Más, hijos del fallecido anticastrista Jorge Más Canosa. Millonarios empresarios y pesos pesados en la elite local, se espera que sus contactos ayuden a Beckham a navegar los meandros de la burocracia local. Beckham, de 42 años, se retiró en 2013 tras 20 años de carrera y sonados triunfos en el Manchester United, el Real Madrid, los Galaxy y el Paris Saint-German. También jugó para Inglaterra desde 1996 al 2009.