A propósito de Delfina Gómez, en los prolegómenos para escoger su relevo al frente de la SEP, la esposa del presidente Andrés Manuel López Obrador, doña Beatriz Gutiérrez Müller, llevó su carta para la sustitución, Pedro Salmerón, el historiador fundamentalista hasta la ignominia, señalado y defenestrado de escuelas por acusaciones sólidas de abuso sexual, por lo cual tampoco pudo ser embajador en Panamá, donde su protectora quería enviarlo, quizás, para protegerlo de las denuncias.
Don Andrés, dicen los que saben, la escuchó con atención, pero nunca respondió sobre la propuesta.