El Banco de México reveló su decisión de política monetaria en la que movió su tasa de interés en 75 puntos base, es decir, la pasó de una 7.75%, a una de 8.50 por ciento. El instituto monetario advierte que la inflación aún no alcanza su pico y que para el tercer trimestre registrará una tasa promedio de 8.5%, y considerando que en julio el dato fue de 8.15%, en agosto y septiembre tendría que rebasar una inflación superior a 8.60%, o quizá tocar una de 9% para empezar a descender posteriormente, según cálculos de este medio.
Para cerrar el año, modificó su postura de una previsión de 7.5%, a otra de 8.1 por ciento. Mientras que para el primer trimestre de 2023, pasó de una 6.5%, a una de 7.1 por ciento.
El aumentar las tasas de interés conlleva a costos de créditos más elevados y por consecuencia una restricción en el consumo, ya que los consumidores considerarán pagos más excesivos frente a sus ingresos. Pero además, será la primera vez que en México tengamos una tasa positiva en los últimos 17 meses, es decir, una que está por arriba de la inflación, y esto deberá de convertirse en un atractivo para los ahorradores para mantener el poder adquisitivo de su dinero con inversiones en instrumentos bancarios.
Ambas situaciones descritas frenarán el consumo de mercancías y servicios, lo que implica un desfogue a las presiones inflacionarias que aparecieron desde agosto de 2020, y que según las autoridades del Banco de México, así como del gobierno federal, han sido importadas por el repunte en la actividad económica global tras la crisis sanitaria que afectó las cadenas de suministro y de producción, y en segundo término y más recientemente por la guerra entre Ucrania y Rusia. De estas acciones que hace el Banco de México, aproximadamente los efectos en la economía se visualizan un año después, no son inmediatos los resultados.
Hasta el día de hoy, la tasa que se presentaba era negativa, mientras que la inflación estaba por arriba de 8%, la tasa de interés estaba en 7.75 por ciento.
En el mercado de cambios internacional, el dólar se mantuvo por debajo de los 20 pesos, en 19.95 unidades, su mejor cierre desde el 27 de junio, que también tomó fuerza de un menor dato de inflación de Estados Unidos.
En la ventanilla bancaria, el dólar se negoció en 19.32 a la compra y 20.47 pesos a la venta, de acuerdo con información de Citibanamex. En la misma línea, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) se contagió y concluyó con un aumento de 1.36%, donde el sector bancario tuvo un buen desempeño, así como papeles de algunas empresas industriales y de alimentos.
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