Claras señales de un debilitamiento de la economía más grande del planeta siguen vislumbrándose en los indicadores macroeconómicos más significativos. La balanza comercial correspondiente a febrero aumentó su déficit comercial, pero lo grave no es el incremento, sino que hubo caídas en las exportaciones e importaciones, un evidente signo de que las industrias están sufriendo las medidas de gobierno para contener los estragos inflacionarios y que han aumentado los costes de producción ante una menor demanda.
De acuerdo con datos de la Oficina de Censos de Estados Unidos, las exportaciones de febrero fueron de 251.2 mil millones, unos 6.9 mil millones menos que lo que vendió en enero. En tanto, las importaciones fueron de 321.7 mil millones, unos cinco mil millones menos que lo comprado en el primer mes del año.
Con estos resultados, el balance comercial de bienes y servicios fue de 70.5 mil millones, es decir que existió un incremento en el déficit de mil 900 millones más que los 68.7 mil millones de enero (cifra revisada).
El debilitamiento del comercio internacional de Estados Unidos ya se resiente en los números de la balanza comercial de nuestro país, que también ha mostrado un deterioro; sin embargo, las autoridades mexicanas pasan como inadvertido las señales de un mercado que pierde fuerza y que cobrará factura a las industrias dentro del territorio.
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