De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), durante noviembre se observó la tasa de desempleo más baja en lo que va del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador al reflejar una de 2.8 %, o de 3.0 % desestacionalizada, pero también aumentó el número de empleos con pagos inferiores a dos salarios mínimos y deterioró el ingreso de los trabajadores que ganan más de dos salarios.
Según la información revelada por el Inegi, las personas con hasta un salario mínimo aumentaron en un 75 % del primer trimestre de 2019 al tercer trimestre de 2022, es decir, de 10.5 millones de trabajadores que ganaban un sueldo mínimo se incrementó a 18.3 millones en lo que va del mandato de la Cuarta Transformación.
Un fenómeno parecido sucedió en los ingresos de más de uno y hasta dos salarios mínimos, el cual se elevó de 16.98 millones a 19.17 millones de trabajadores ganando entre esas cantidades. Y por el contrario, los empleos con mayor paga se deterioraron al mismo tiempo que el gobierno hizo los incrementos salariales para recuperar los ingresos reales de los trabajadores, no obstante, esa medida ayudó a los de bajos ingresos pero afectó a los que ganan más, ya que se observa una pérdida de su valor real ante el embate de la inflación y a que los patrones no están obligados a incrementar esos salarios.
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Los que ganan entre un poco más de dos y hasta tres salarios mínimos bajaron de 9.8 millones a seis millones, lo que significa una caída en este rubro de 38 % de personas que percibían dichos montos de 2019 a 2022. Una situación similar viven los que ganaban entre tres a cinco salarios, ya que el número de personas bajó en un 50 %; más claro, se pasó de 4.5 a 2.27 millones de trabajadores. Un porcentaje semejante se observó en la caída de las personas que ganaban más de cinco salarios, una baja de 55 %, o una disminución de los trabajadores que ganaban dicha cantidad de 1.7 millones a solo 794.3 mil.
Pese a la disminución del desempleo, y una expansión del mercado laboral en el país, las condiciones aún no son las óptimas para considerar que hay un logro sobresaliente, ya que al bajo pago de percepciones también se añade que la informalidad ocupa un 55.2 % de los trabajos actualmente, lo que significa que esos empleos pueden estar siendo explotados al no contar con las prestaciones mínimas de la ley para garantizar el bienestar del trabajador y de sus familias.
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