Bachelet encara a Jair Bolsonaro

8 de Noviembre de 2024

Bachelet encara a Jair Bolsonaro

Bachelet y Bolsonaro

La renuencia del presidente a aceptar el próximo resultado electoral ha sido una señal de alarma, así como sus violaciones a los derechos humanos en el país

A pocos días de dejar sus funciones como Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, la expresidenta chilena Michelle Bachelet, denunció los ataques del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, contra el poder judicial de su país. “El presidente Bolsonaro intensificó sus ataques contra el sistema judicial y el sistema de votación electrónica”, declaró, citando una reunión con embajadores el pasado julio.

“Lo que me parece más preocupante es que el Presidente pida a sus simpatizantes que protesten contra las instituciones judiciales”, afirmó Bachelet, al ser consultada sobre la situación en Brasil con ocasión de su rueda de prensa de fin de mandato.

El jefe de Estado brasileño, en el poder desde 2019 y candidato a un segundo mandato, ha puesto en entredicho reiteradas veces la fiabilidad de las urnas electrónicas utilizadas en el país desde 1996, mencionando “fraudes” pero sin aportar pruebas. Unos ataques que hacen temer que no reconozca el resultado de las presidenciales de octubre si no sale ganador.

Sin embargo, moderó su posición recientemente, afirmando que “respetará" el resultado de las urnas en caso de derrota.

Bachelet subrayó que un jefe de Estado debe respetar a los otros poderes, judicial y legislativo.

“Podemos no estar de acuerdo con decisiones tomadas por los otros poderes y decirlo si es necesario, pero hay que respetarlos”, insistió.

“No podemos hacer cosas que puedan aumentar la violencia o el odio contra las instituciones democráticas, que deben ser respetadas y reforzadas. No debemos intentar socavarlas con discursos políticos”, señaló, subrayando que daba este consejo como Alta Comisionada y como exjefa de Estado.

Además, Bachelet afirmó que estaba “realmente preocupada” por la información que circula sobre un aumento de la violencia política, del racismo estructural y de la disminución del espacio cívico en Brasil.

“Los ataques contra los legisladores y los candidatos, en especial los de origen africano, las mujeres y las personas LGTB+ son preocupantes”, indicó.