El avión venezolano-iraní, que desde hace una semana fue inmovilizado en Argentina por sus posibles vínculos con el grupo terrorista Fuerza Quds (una división de la Guardia Revolucionaria Islámica), en los últimos tres meses visitó Querétaro, Ciudad de México y Tabasco.
Se trata del Boeing 747 matrícula YV3531, supuestamente de la empresa Emtrasur, pero que al menos hasta enero pasado pertenecía a la compañía iraní Mahan Air, que aparece en la lista de sancionadas como terroristas por el Departamento de Tesoro de Estados Unidos, por ser un brazo de Quds.
La alerta sobre la aeronave fue recibida en Paraguay, Uruguay y Argentina.
El vuelo bajo investigación en Argentina, muestra esta última ruta: El 4 de junio salió de Isla Providencia, Colombia, y llegó a Villahermosa, Tabasco; al día siguiente voló a Querétaro y luego al Aeropuerto de Maiquetía en Venezuela. Desde allí viajó a Ezeiza, Argentina. Pero semanas antes también estuvo en Cuba y Ciudad de México, de acuerdo a la plataforma FlightAware.
El juez federal argentino Federico Villena es un estudioso de Hezbollah y es quien retiró, por 72 horas, los pasaportes a cinco iraníes que forman parte de la tripulación de un vuelo procedente de Venezuela. La razón: determinar si son militantes o incluso líderes de la guardia islámica conocida como Al Quds.
La propiedad y la ruta de este vuelo, del que organismos extranjeros alertaron a Paraguay, Uruguay y Argentina, por estar ligado a la organización islámica, y en el que uno de los tripulantes pertenece a la “Guardia Revolucionaria de Irán”, es más interesante. Antes de llegar a Argentina transitó, en los últimos tres meses, por México, Venezuela, Cuba y Colombia.
En nuestro país visitó tres ciudades en diferentes momentos: la capital mexicana, Querétaro y Villahermosa, Tabasco. De acuerdo con los registros de la plataforma FlightAware, los movimientos que en este año vinculan la actividad de la aeronave con nuestro país fueron dos vuelos el 8 de abril; el primero de la Habana, Cuba con destino a la CDMX.
Ese mismo día la plataforma registró que el avión Boeing 747 matrícula YV353, supuestamente de la empresa Emtrasur —pero que hasta enero pasado pertenecía a la compañía iraní Mahan Air, y que aparece en la lista de sancionadas como terroristas por el Departamento de Tesoro de Estados Unidos, al ser considerada un brazo logístico de Quds—, salió de la capital mexicana con destino al Aeropuerto Internacional de Maiquetía Simón Bolívar.
El otro registro, según los datos de FlightAware, fue el 4 de junio pasado con una salida del aeropuerto en la isla de Providencia, Colombia y llegada en Villahermosa Tabasco. Al día siguiente el itinerario indica una salida desde el Aeropuerto Intercontinental de Querétaro hacia Maiquetía, Venezuela.
La sospechosa aeronave, de la cual este lunes el ministro del Interior de Paraguay, Federico González, aseguró que tanto la inteligencia de ese país como la estadounidense alertaron desde el mes pasado a las autoridades argentinas y a otros países de la región, suma ya ocho días varada en Argentina y se está convirtiendo en un conflicto internacional. Este pasaje también muestra, una vez más, la relación de los venezolanos (y también nicaragüenses) con Irán, algo que resulta políticamente incómodo para la mayoría de los países del Continente.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Said Khatibzadeh, se refirió a la retención de la aeronave como una “operación de propaganda”, tal como citó el periódico La Nación de Argentina.
El funcionario iraní aseguró: ”Las últimas semanas están llenas de propaganda, operaciones psicológicas y guerra de palabras para provocar un sentimiento de inseguridad en Irán. y este caso forma parte de ello”. Para luego concluir: “Creo que hace más de un año, según la compañía Mahan Airlines, que el avión fue vendido a Venezuela”, algo que parece no ser totalmente cierto.
Mientras que en Argentina, la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), presentó una denuncia para la investigación de los tripulantes, ya que la comunidad judía se mantiene alerta en busca de justicia, por los atentados del 17 de marzo de 1992 a la embajada de Israel y del 18 de julio de 1994 contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), planificados y consumados por el Hezbollah.
La historia
El avión varado en el aeropuerto argentino de Ezeiza aterrizó el lunes 6 de junio, procedente de Venezuela, con 19 tripulantes, 14 venezolanos y cinco iraníes, contra los que se pensó en principio que no había alguna alerta. La empresa Emtrasur es la propietaria y su carga era de autopartes procedentes del aeropuerto de Querétaro. Pero el vuelo no provenía de México, sino de territorio venezolano.
Las autopartes que transportaba el vuelo venezolano-iraní eran de la empresa francesa SAS (del proveedor automotriz global Fauresia), que tiene su planta en el estado de Querétaro, y debía entregarse en territorio argentino a Volkswagen, para los asientos de sus autos TAOS.
Pero SAS contrató a su vez a una empresa, la firma logística Forwarder Fracht USA, para entregar las piezas a través de un vuelo. Es por eso que la compañía del grupo Fauresia en un comunicado sostuvo que “no tiene relación alguna con la situación del avión Boeing 747-300 de transporte de cargas de origen venezolano”.
Y concluyó: “La relación entre el Forwarder y la compañía aérea para que las mencionadas piezas lleguen a Argentina es algo que SAS Automotriz Argentina SA desconoce y no tiene relación alguna”.
La ruta que siguió la aeronave incluye una parada en Córdoba, Argentina, por mal tiempo, y luego su traslado a Ezeiza. Dos días después de llegar a territorio andino, pretendió volar a Uruguay, pero no le permitieron aterrizar. El periódico El Observador publicó que el ministro de Defensa de ese país, Javier García, frenó su aterrizaje tras recibir una alerta del ministro del Interior, Luis Alberto Heber.
En toda esta trama, el periódico Página 12 y La Nación confirmaron que la misma aeronave visitó el pasado 22 de mayo la Ciudad del Este, Paraguay, justo en la triple frontera, donde la Agencia de Inteligencia Estadounidense (CIA, por sus siglas en inglés) asegura que opera o tiene apoyo Hezbollah. El país sudamericano confirmó hoy, que también tenía una alerta de terrorismo contra la aeronave.