Tras varios días de apreciación del tipo de cambio mexicano y de perforar el soporte de las 18 unidades, donde el viernes pasado registró una cotización mínima de 17.9647 unidades, el dólar rebotó y ascendió a los 18.3986 pesos, este martes, una pérdida en ese momento de 1.55 %. Al transcurrir la jornada, la moneda mexicana disminuyó las pérdidas a una de 1.03 %, por lo que el billete verde concluyó en 18.3045 pesos, el mayor nivel en ocho sesiones.
Las probabilidades de recesión en Estados Unidos que han sido atizadas por los problemas bancarios de ese país, donde los últimos reportes de liquidez del sector, que dio a conocer la Reserva Federal, son un elemento para que los inversionistas huyan de los activos de riesgo y busquen refugio en otros instrumentos como el oro, que ligó tres jornadas consecutivas de ganancias. Este martes, el metal precioso alcanzó los 2 mil 037 dólares, un máximo desde el 8 de marzo pasado.
Los indicadores de industria de Estados Unidos mostraron debilidad, lo que mermó a las divisas de países emergentes, incluida la de México.
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La reacción en el mercado cambiario también ha permeado a las bolsas accionarias que incluyeron en su mayoría en números rojos. La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) terminó con una pérdida de 1.25 %, en la que las firmas de infraestructura tuvieron un importante papel negativo. Orbia cayó 3.67 %; seguida de Pinfra y Grupo Carso, que cedieron 3.50 y 2.34 %, en ese mismo orden.
En Nueva York, el Nasdaq Compuesto y el S&P500 se contrajeron 1.07 y 0.25 %, respectivamente. Las empresas más perdedoras en el mercado estadounidense tenían relación con activos financieros, como fue el caso de MarketAxess, que declinó 13.91%, así como Signature Bank, un 8.93 %; pero también se pudieron observar caídas en el sector del entretenimiento y de consumo.
El tipo de cambio mexicano había recibido gran empuje de las remesas, de récord en las exportaciones mexicanas, y de un manejo prudente del gasto público; sin embargo, los dos primeros factores están ligados ahora a una debilidad de la economía estadounidense que se presume pueda tener un desenlace en una recesión.
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