Sentado sobre un banco de plástico color verde, vestido de traje y cargando una gruesa carpeta de documentos con la leyenda “Michoacán. Proceso Electoral 2021. Elección de Gobernador”, fue como el gobernador Silvano Aureoles esperó en la entrada de Palacio Nacional a ser recibido por el presidente Andrés Manuel López Obrador y entregarle las supuestas pruebas de la injerencia del crimen organizado en los comicios pasados. No lo consiguió.
“¿Va a recibir a Silvano Aureoles, Presidente?”, le preguntaron a López Obrador durante su comparecencia matutina, pues el gobernador se apersonó en la entrada de la calle de Moneda antes de las siete de la mañana.
No, porque no me corresponde, es un asunto que tiene que ver con las elecciones y para eso está el INE y está el Tribunal Electoral. Y si se trata de una acusación sobre un ilícito, pues hay que acudir a la fiscalía. Entiendo que viene aquí porque quiere aprovechar de que están ustedes y no es poca cosa la mañanera, todo lo que aquí ocurre es información y noticia, pero no es el lugar”, respondió el mandatario.
Desde el pasado jueves Aureoles y el Presidente intercambiaron declaraciones y acusaciones tanto en medios como en Palacio Nacional sobre la supuesta mano del narcotráfico en la elección de Michoacán.
Aureoles, gobernador de Michoacán, permaneció toda la mañana en la Ciudad de México esperando ser recibido por el presidente, pero fue hasta pasadas las 11 de la mañana cuando se retiró de Palacio Nacional.
Le pido al Presidente que recapacite, sé que no quiere un país gobernado por el narco y, con lo sucedido el 6 de junio, México va por ese camino”, dijo Aureoles sin ofrecer más pruebas de sus dichos. Agregó que acudirá ante la Suprema Corte y las instancias internacionales para denunciar la intervención del crimen organizado, aunque evitó decir si su denuncia también la interpondrá ante la Fiscalía para Delitos Electorales o la fiscalía del estado de Michoacán.