Un documento de la pasada reunión de política monetaria del Banco de México advirtió que los recientes aumentos a los salarios mínimos impactan en la formación de precios, por lo que la inflación estará incidida por dicho factor en este año.
Según el informe del banco, “el aumento anunciado al salario mínimo es significativo y que, en el margen, podría incidir en la inflación debido a que la fracción vinculada a dentro de la distribución salarial de asegurados en el IMSS prácticamente se ha duplicado en los últimos tres años”. El año pasado, la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) estableció un aumento de 22 % al salario, y para este 2023 se acordó que será de otro 20 % más.
En lo que va de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, el salario mínimo pasó de 84.4 a 207.44 pesos, un aumento del 146 % en cinco años.
Pese a ser un logro de justicia laboral para los trabajadores en México, el tener un mayor ingreso en masa también trae repercusiones negativas para las presiones inflacionarias, ya que las empresas deberán sacar de alguna manera esos costes laborales, y lo más viable de este desenlace es que lo trasladen a los consumidores, un alza de precios.
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›“Las variaciones anuales de los salarios y las revisiones contractuales no muestran compatibilidad con los cambios en productividad y existe el riesgo de que las empresas transfieran sus mayores costos a los consumidores”, señaló el informe institucional. En un término llano, las presiones inflacionarias estarán latentes en un escenario que se anticipa será de una actividad económica menos robusta este año.
Según el propio banco, un análisis estadístico mostró que parte de la inflación de 2022 sí estuvo coaccionada por el aumento en los salarios de los periodos anteriores.
Cabe destacar que aunque hay un aumento en el salario mínimo, este efecto no le llegó a todos los trabajadores del país, sino principalmente a los que están con un trabajo formal y que ganan la cantidad mínima, y que los que tienen un ingreso más alto a esa cifra o están en la informalidad, los patrones no están obligados a aumentarles, aunque estos trabajadores sí vieron un deterioro en sus ingresos por el efecto que propicia sobre los precios en general.
20 por ciento será el nuevo incremento al salario mínimo acordado.
El camino de la alta inflación
La llegada de la Covid frenó a la economía global en 2020 y una posterior campaña de estímulos económicos en países desarrollados buscaba reavivar el ciclo económico, y fue la ignición para un aceleramiento en los precios de las mercancías en todo el mundo. Las disrupciones en las cadenas de suministro que afectaron a la producción por la pandemia encarecieron a los productos que debían ser trasladados de una parte del mundo a otra, lo que trajo las primeras presiones inflacionarias a escala internacional en los productos finales.
Y cuando parecía que solo ese era el problema, a finales de 2021 se gestaba una guerra entre Ucrania y Rusia que estallaría en la última semana de febrero de 2022 y que trajo más y mayores presiones inflacionarias durante ese año, de lo que derivó problemas con altos precios de los energéticos y los fertilizantes y una estrechez en el suministro de granos que amplió la inflación alimentaria.
Ahora, el Banco de México pone en su radar los aumentos en los salarios mínimos y anticipa que serán factor, una especie de justificación, de no lograr las estimaciones sobre el comportamiento de la inflación tras las medidas restrictivas que ha implementado en el último año al elevar las tasas de interés.
146 por ciento aumentó el salario mínimo durante cinco años en el territorio nacional.
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