Aunque hoy el presidente Andrés Manuel López Obrador repitió que “en México no hay más masacres”, pues “el Estado ha dejado de ser el principal violador de los derechos humanos”, las cifras oficiales advierten un incremento de casi el 4 % en el número de víctimas de muertes violentas en el país en el primer bimestre de este 2023.
Luego de un retraso de tres días en la actualización de las estadísticas de víctimas e incidencia delictiva del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), los datos indican que las cinco mil 029 personas asesinadas entre enero-febrero, las cuatro mil 882 víctimas de homicidio doloso y las 147 víctimas de feminicidio representan un incremento del 3.62 % respecto a las muertes violentas del mismo periodo de 2022.
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Por segundo día consecutivo, el presidente López Obrador reprochó el informe de Derechos Humanos en México que publicó este
lunes el Departamento de Estado de Estados Unidos, mismo que advierte la permanencia de corrupción e impunidad en los abusos y delitos de las fuerzas de seguridad en casos de torturas, desapariciones y asesinatos en el país. A los resultados, el mandatario cuestionó: “¡Cómo es eso que hay masacres! ¿Cuáles?”.
Sin embargo, la actualización del registro periodístico de “atrocidades” que mensualmente elabora la organización civil Causa en Común da cuenta de que en el primer bimestre se cometieron al menos 19 crímenes de alto impacto cada día en promedio con un total de mil 106 atrocidades, lo que significó un incremento del 24 % en comparación con el mismo periodo de 2022.
De acuerdo con el seguimiento de la organización en ese lapso se detectaron 344 casos de tortura, 147 asesinatos de mujeres “con crueldad extrema” y más de un centenar de casos de mutilación, descuartizamiento y destrucción de cadáveres y al menos 80 masacres o multihomicidios. Donde la mayor cantidad de ese tipo de crímenes se concentraron en Chihuahua, Guanajuato, Baja California y Morelos.
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