Primero fue la escritora y experiodista E Jean Carroll, pero a ella se le ha sumado su testigo, Jessica Leeds. En el juicio que emprendió la columnista para acusar al expresidente Donald Trump de agresión sexual, el testimonio de una de sus declarantes se amplió con su propio testimonio.
Leeds, de 81 años, fue citada como testigo de la defensa, pero al momento de subir al estrado, también detalló que mientras viajaba en un avión con destino a Nueva York tuvo que levantarse de su asiento en primera clase porque Trump había tratado de besarla en el cuello y tocarla.
“No mediaron palabras, surgió de la nada. Trató de besarme, de tocar mis senos (...) Puso las manos bajo mi blusa, me pareció que duró una eternidad” fueron sus palabras, emitidas bajo juramento.
Esta no es la primera vez que Jessica Leeds habla del caso que ocurrió “en 1978 o en el 79”, pues poco antes de que el republicano llegara a la Casa Blanca, detalló los hechos para The New York Times. En ese entonces, Trump aprovechó un debate con su rival, Hillary Clinton, para desmentir esta y otras acusaciones. Algo parecido a lo que hace actualmente, ya que además de no haber comparecido en el juicio, asegura que no conocía a la escritora ni a Leeds.
En la sesión de este martes también testificó Lisa Birnbach, amiga de Carroll, y dijo que fue una de las primeras personas a las que la acusante llamó para contarle que el empresario había abusado sexualmente de ella en un probador de ropa de una tienda.
“Estoy aquí porque mi amiga, mi buena amiga, que era una buena persona, me contó algo terrible que le pasó y, como resultado, perdió su empleo y su vida se volvió muy, muy difícil”, detalló.
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