A pesar de que los menores de un año se consideran uno de los grupos menos vulnerables al coronavirus, la mortalidad en este sector durante el 2020 aumentó 94 puntos respecto al 2019, lo que representa el mayor incremento en cualquier grupo de edad en México.
Un total de 19 estados tuvieron aumentos entre 1 y 50 por ciento en la tasa de mortalidad infantil, que sólo toma en cuenta las defunciones en menores de un año, dentro del Índice de Progreso Social (IPS) de 2020.
La Ciudad de México fue la entidad más afectada con un aumento del 50.6% en la mortalidad infantil durante 2020, lo que se traduce a 953 defunciones más que las del año anterior, para un total de dos mil 834 decesos por cada 100 mil nacimientos; lo que se relaciona a la saturación que provocó el virus en los servicios básicos de atención.
Tabasco se colocó en el segundo puesto entre las entidades con mayor aumento al sumar 562 defunciones más por cada 100 mil nacimientos, lo que representa un aumento del 36.8%; mientras que Oaxaca obtuvo el tercer lugar con una tasa de mil 101 fallecimientos; un crecimiento del 29.8% en la mortalidad infantil en el estado.
De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la experiencia con epidemias pasadas han demostrado que los efectos indirectos de ese tipo de brote, como son las interrupciones de la cadena de suministro médico, la disminución de la utilización y la provisión de servicios de salud y la reasignación de recursos y personal de atención médica pueden ser graves, y a veces superan el impacto directo de la enfermedad misma.
Así, si bien el impacto directo de la Covid en la mortalidad infantil es muy limitado, los efectos indirectos derivados de los sistemas de salud sobrecargados, la pérdida de ingresos de los hogares y las interrupciones en la búsqueda de atención e intervenciones preventivas como la vacunación pueden ser sustanciales y variar entre los países.
Por otra parte, un estudio del Banco Mundial estimó que es probable que en 2020 fallecieran cerca de 267 mil bebés en países de ingresos bajos y medianos como resultado de la recesión económica causada por la Covid, lo cual sería un 7% más alto de lo esperado para el año.