Entre 2018 y 2023, entidades como Guerrero, Colima y Oaxaca han perdido cerca del 10% de su matrícula, y han tenido aumentos presupuestales; en cambio, Nuevo León y Quintana Roo han elevado la inscripción de estudiantes, pero sus esfuerzos han sido retribuidos con menos recursos.
Un estudio de la organización Mexicanos Primero detectó que, para 2024, el gobierno federal prevé un presupuesto educativo “a ciegas”, pues no toma en cuenta la población estudiantil, las variaciones de la matrícula de estudiantes, la plantilla docente ni el desempeño educativo de los estados.
Por ejemplo, mientras Baja California Sur recibe 46 mil 094 pesos por estudiante, estados como Puebla, Chiapas, Guanajuato, Yucatán y Tabasco reciben menos de la mitad.
De igual forma, las entidades con mayor número de estudiantes como Nuevo León, Estado de México y Jalisco son los más castigados en la repartición de recursos. Mientras Jalisco recibe 18 mil 132 pesos por estudiante y el Estado de México 18 mil 197 pesos; Campeche, Oaxaca, Colima están por encima de los 35 mil.
La realidad es que la Secretaría de Educación Pública (SEP) no cuenta con un indicador oficial actualizado sobre el gasto por estudiante en la educación básica que mida la distribución presupuestal a nivel estatal, con indicadores claros más allá del gasto por nivel educativo, el gasto educativo nacional y el porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) destinado a este rubro”, informó la organización encargada de monitorear la calidad de la educación en México.
“Mientras exista opacidad en las decisiones en materia presupuestal de este tipo, poco se podrá atender con equidad las necesidades educativas de los estudiantes con mayores desventajas limitando su derecho a estar, aprender y participar en las escuelas”, añadió Mexicanos Primero.
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