La crisis de seguridad que atraviesa México en los últimos años también ha modificado la forma en que las mujeres son asesinadas en el país, en donde la tendencia de uso de armas de fuego en este tipo de delitos aumentó 18.5% en los últimos tres años, según diversas organizaciones civiles.
Datos del informe Violencia de género con armas de fuego en México, elaborado por Intersecta, DataCivica, EquisJustica y el Centro de Estudios Ecuménicos, revelan que seis de cada 10 homicidios contra mujeres se cometen con estos artefactos, mientras que el número de crímenes de este tipo en vía pública aumentaron un punto porcentual desde 2014.
Algunos estados del país reportan una tendencia por encima del promedio nacional; por ejemplo, en Zacatecas, Tabasco, Quintana Roo y Michoacán siete de cada 10 mujeres son asesinadas de esta manera.
Este informe también señala que existe un cambio importante en la manera en que los cuerpos de estas víctimas son expuestos, ya que más de la mitad son encontrados en la vía pública con señas de violencia extrema, algo que no ocurría con tanta frecuencia hace menos de una década, cuando los homicidios contra mujeres se concentraban en los hogares.
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La tendencia a exhibir los cuerpos con marcas de violencia excesiva también ha aumentado entre las mujeres trans, quienes son las principales víctimas de homicidios por razón de género con arma de fuego entre la población LGBTTTIQ+ con 56.6% de los reportes organizados por diversos colectivos de Derechos Humanos y sitios especializados en este tipo de delitos.
Una de las principales conclusiones de este informe es que “el Estado mexicano no ha hecho suficientes esfuerzos para impulsar y establecer una política que condene la violencia de género hacia las mujeres y la diversidad de identidades de género, ya que la violencia letal contra estas poblaciones ha ido en aumento a lo largo del tiempo, incluso privilegiando el uso de armas de fuego durante tales eventos”.
Los expertos de estas organizaciones destacan que se deben diseñar e impulsar políticas de prevención en este tema, especialmente porque México es el sexto país con más armas ligeras circulando entre su población en el mundo, con cerca de 15 millones, pero otras organizaciones apuntan a más de 24 millones que no han sido registradas debido a la corrupción y opacidad de las autoridades.
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