En las últimas semanas, la mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador se ha visto inmersa en diferentes cambios, desde el sorteo entre los reporteros para saber dónde se van a sentar hasta la reestructuración de las secciones que se manejan en el “diálogo circular”, como lo llama el propio mandatario.
El primero en desaparecer, o al menos espaciar sus presentaciones, fue “El pulso de la salud”, donde se informaba a cerca del desarrollo de la pandemia de Covid-19 en el país, y ante eso, el informe mensual de seguridad pública ahora se presentará de forma quincenal. Es decir, al menos seis veces al mes, el gabinete de seguridad estará en la conferencia matutina.
Ahora, “Quién es quién en las mentiras de los medios”, que se presentaba cada miércoles en voz de Ana Elizabeth García Vilchis, se realizará de manera diaria, según dijo López Obrador.
El espacio ha sido cuestionado por organismos nacionales e internacionales, como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que pidió al gobierno de la llamada Cuarta Transformación reconsiderar el espacio por posibles afectaciones a las garantías para un debate libre e informado del señalamiento público.
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Pero la propuesta del mandatario no sólo ignora las recomendaciones, sino que ha llevado a cuestionamientos de lo que realmente pasa en las conferencias.
En julio de 2020, cuando en Facebook tenía 7.8 millones de seguidores, sus transmisiones mañaneras las veían en promedio 824 mil personas; dos años después, aunque aumentó significativamente a 9.6 millones de seguidores, las vistas cayeron 39%, esto de acuerdo al monitoreo de SPIN Taller de Comunicación Política.
“Se ha ido quedando sin algo que presumir. Le apostó demasiado tiempo a diversas actividades o a informes que no han dado los rendimientos que él esperaba, debido a las expectativas que él mismo ha creado y que, al momento que el Tren Maya, el aeropuerto no ha funcionado, que la refinería no arranque completamente, o hasta la revocación de mandato que la gente, a la mera hora, no haya ido, todo eso le deja al Presidente sin mucho de qué hablar y eso le ha dejado tiempo libre”, reconoce Luis Estrada, director de SPIN.
Sin embargo, los asesores del mandatario han optado por mantener la conferencia de dos y hasta tres horas, y dedicándose a “atacar a los enemigos reales e imaginarios, a que trate de desacreditar a los medios de comunicación”, reafirma.
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Los cambios en la conferencia matutina y, sobre todo de dicha sección, pueden verse desde diferentes puntos de vista, pues están por iniciar los últimos dos procesos electorales del sexenio lopezobradorista, las elecciones en Coahuila y el estado de México, y el proceso hacia la sucesión presidencial, lo que significará enfrentamientos, golpeteos y el endurecimiento de los intentos de desacreditar a la prensa.
“El contenido, lo que hace, no es para informar, no es para rendir cuentas, no es para aclarar una noticia, es para desacreditar a los medios serios, a los medios que tienen audiencia o patrocinadores, con la finalidad de que lo que se publique en ellos, si es contrario al gobierno, esté desacreditado de entrada”, revela el especialista en comunicación política.
Sin embargo, como muchas otras propuestas del Presidente, ésta podría ser otra más que se queda en la emoción del momento, como cuando ha mencionado que realizará sus conferencias también en fin de semana.
Como bien lo menciona Luis Estrada, “la verdad es que el Presidente ya está cansado de hacer eso todos los días, porque lo repite y lo repite; entonces, más bien, lo que ha tratado de hacer es diversificar y rellenar ese espacio con lo que sea, por eso está inventando y por eso está moviendo secciones”, finaliza.
