A la crisis que se vive en Afganistán tras la llegada de el Talibán al gobierno se suma un nuevo elemento: un doble atentado en Kabul, su capital. Una multitud concentrada en las inmediaciones del aeropuerto de Kabul y un hotel cercano fueron los objetivos adjudicados al grupo yihadista del Estado Islámico, identificado como uno de los principales enemigos de el Talibán. En ambos sucesos el saldo reportado fue de 12 militares muertos y 15 heridos; además de cerca de 70 civiles fallecidos y 140 lesionados.
Al respecto, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, negó tener indicios de que los talibanes se confabularan con los militantes del grupo yihadista Estado Islámico (EI) para ejecutar el mortal atentado en Kabul, de acuerdo con información de la agencia AFP.
Además, reconfirmó que cumplirá con el plazo del 31 de agosto para la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán, a pesar de las peticiones de otras naciones sobre alargar su estadía para completar la evacuación.
“Para aquellos que ejecutaron este ataque, así como para cualquiera que le desee daño a Estados Unidos, sepan esto: no perdonaremos. No olvidaremos. Los perseguiremos y los haremos pagar”, manifestó.
Confusión y desorden. Las explosiones incrementaron el caos en el aeropuerto, donde miles de personas aún esperan conseguir un vuelo para abandonar el país.
En su momento, los talibanes, a través de su portavoz Mujahid, condenaron “firmemente” el ataque, pero señalaron que “tuvo lugar en una zona donde las fuerzas estadounidenses son responsables de la seguridad”.
Pánico en Kabul. Dos explosiones el jueves por la noche confirmaron los temores de las potencias occidentales por un posible ataque terrorista durante la jornada, por lo que habían recomendado a sus ciudadanos alejarse del aeropuerto.
Más tarde, una tercera explosión sacudió Kabul en la madrugada del viernes. El portavoz talibán Zabihullah Mujahid aseguró que se trataba de una detonación controlada de tropas estadounidenses que destruían equipo en el aeropuerto, algo que no pudo ser confirmado.
Desde la fulminante conquista de Kabul por los talibanes hace menos de dos semanas, el miedo y la desorganización fueron creciendo dentro y fuera del aeropuerto, la única salida del país.