Ataques de pánico, otro fenómeno que se disparó con la pandemia: UNAM
El confinamiento ha generado estrés prolongado y ansiedad, lo que provoca dificultades para dormir
Mis padres están enfermos… Debo conseguir un tanque de oxígeno… ¿Y si no encuentro..? ¿Habrá una cama de hospital disponible..? Estás y muchas otras angustias se han apoderado de la mente de millones de ciudadanos, lo que ha provocado que, en esta época de pandemia, se hayan disparado los ataques de pánico.
Al estrés prolongado debido a la pandemia “se suma un fenómeno que se está presentando, que es el ataque de pánico con un disparador que pueden ser preocupaciones legítimas como familiares enfermos, conseguir un tanque de oxígeno, ruidos o amenazas del ambiente, estímulos que pueden generar una crisis”, comentó Pilar Durán Hernández, neurobióloga de la Facultad de Ciencias de la UNAM.
Algunos de los efectos de los ataques de pánico son aprehensión, sudoración, baja de presión e interpretaciones catastróficas que llevan a una lucha cerebral, que los psicólogos y psiquiatras tratan con terapias de acompañamiento o conductuales para el saneamiento de procesos mentales, destacó la investigadora.
Al participar con la charla “El estrés en tiempos de la Covid-19”, en el el ciclo de conferencias “Ciencia desde Ciencias”, Durán Hernández aseguró: las epidemias y pandemias, como las que afectan actualmente al mundo, no pueden ser estudiadas como fenómenos aislados de nosotros, sino como algo holístico que se refiere a lo relativo a un todo.
La especialista argumentó que debido a la pandemia la sociedad se encuentra en una nueva dinámica de vida con cambios de hábitos, incertidumbre, temores, frustración, aprendizaje acelerado de las nuevas tecnologías, así como hacinamiento familiar.
La ansiedad produce insomnio, sueño fragmentado o pesadillas y síntomas de depresión, por lo cual es importante monitorear el sueño y su calidad.
“Al inicio de la pandemia no teníamos muchos duelos, pero hoy todos los días tenemos pena pues mi familiar, amigo, vecino, se ha ido; no lo voy a volver a ver y no pude despedirme. No se trata sólo de tener pensamientos bonitos y con eso se resuelve todo; hay que darle una ayuda extra a nuestro cuerpo”, enfatizó la experta.
Recomendaciones
Durán Hernández refiere que debido a la hiperactividad cerebral las personas desarrollan distimia (estado depresivo), la cual se identifica por fatiga constante, malestar, falta de energía, irritabilidad y euforia.
Para ello, sugirió acudir al psicológico, dejar de lado el estigma de que solo lo requieren personas con problemas mentales mayores; además de relajación.
Asimismo, estructurar la higiene del sueño para regresar a un estado saludable generalizado, con un sistema inmunológico listo para combatir cualquier enfermedad; es decir, reducir los estímulos lumínicos por la noche, ya que alteran la producción de melatonina lo cual afecta el ciclo del sueño y vigilia; evitar las siestas durante el día o que sean mayores a 45 minutos, hacer ejercicio en la noche; y no consumir cafeína y alimentos pesados. OM
ES DE INTERÉS|
Tras toma feminista, Facultad de Economía de UNAM tiene nuevas asignaturas
Expertos de la UNAM llaman a evitar el “síndrome Haití"
Bajas de estudio en UNAM crecen 229% durante pandemia
UNAM propone alza del 3.4% a salario de académicos